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En tiempos de crisis, los debates sobre los aportes de los sectores productivos a la reactivación económica y el desarrollo están a la orden del día. Desde la banca somos optimistas y estamos abiertos a construir país con todos los diferentes actores sobre la base de nuestro aporte a la economía y a la reactivación.
El comportamiento del PIB del sector financiero es a menudo fuente de interpretaciones equivocadas**. Se señala de manera errada que el crecimiento del sector indica la dinámica de sus utilidades, cuando su generación de PIB se mide por el crecimiento en la irrigación de crédito, un elemento clave para la economía, en particular en años de contracción. Más crédito para los colombianos es una herramienta indispensable para contener crisis como la desatada por el COVID-19.
En esa línea, el crecimiento real del valor agregado de las actividades financieras en 2020 (2,1%) y en el primer trimestre de 2021 (4,9%) estuvo relacionado principalmente con la labor de intermediación e irrigación de liquidez en un período en que los hogares y las empresas experimentaron una significativa reducción de sus ingresos, todo ello sin que se vieran afectados los ahorros de los colombianos. Es satisfactorio que el país haya podido contar en este difícil período con una banca sólida que, con el apoyo del FNG y las líneas de redescuento, ha podido responder a las necesidades de sus clientes facilitando la recuperación del ingreso y el empleo tal como se ha visto en sectores tan importantes como la construcción de vivienda.
En cuanto a la contribución a la economía en medio de la pandemia, hay que resaltar, por un lado, que el sector financiero otorgó nuevos créditos por un valor de $396 billones (39 % del PIB) entre marzo de 2020 y mayo de 2021, y por otro, que con apoyo de las autoridades de supervisión pudo tomar medidas para atenuar los efectos de la crisis económica. Por ejemplo, en el Programa de Acompañamiento a Deudores (PAD), entre el 1 de agosto de 2020 y el 19 de mayo de 2021 se habían otorgado beneficios a más de 2,2 millones de personas y empresas, con impactos positivos como una reducción de la cuota de hasta el 27,7 %, una ampliación promedio del plazo de 33 meses, una reducción de tasa de interés de 179 puntos básicos y períodos de gracia adicionales hasta por seis meses (ver cuadro adjunto).
En materia tributaria, el aporte del sector también es importante, contrario a lo que dicen los constantes señalamientos hacia este. La tributación como proporción del valor agregado del sector es de las más altas en la economía. De acuerdo con cifras de la DIAN, el sector de actividades financieras y de seguros pagó por concepto de impuesto de renta cerca de $4,6 billones en el año gravable 2019, equivalentes a cerca del 11,5 % del recaudo total, con lo que su participación relativa dentro del recaudo representó 2,4 veces su peso dentro de la economía (4,7 %), superando a otras ramas de actividad como el comercio, la industria, la construcción y la agricultura, gracias al alto grado de formalidad del sector.
Es oportuno también precisar que la tasa efectiva de tributación total de la Banca, contabilizando el pago de impuestos como el de renta, el IVA, GMF, ICA y predial, entre otros, bordea el 50 %, muy cercana a la del total de la economía.
Por otro lado, gracias a las inversiones en innovación tecnológica que las entidades han realizado en los últimos años, así como a la llegada de nuevos actores al mercado, el margen promedio de intermediación ha presentado disminuciones importantes en la última década, pasando de niveles cercanos a 9 % en 2010 a niveles de 6,7 % en la actualidad, lo que lo pone por debajo del promedio de la región y de muchos de nuestros pares regionales. Este hecho es muy beneficioso para los usuarios del sistema y ha llevado a que la rentabilidad promedio de las entidades bancarias en Colombia haya permanecido por debajo del registro de pares regionales como Brasil, México y Perú durante el último cuatrienio.
El sector financiero está comprometido con la recuperación económica y social de Colombia, y está dispuesto a seguir contribuyendo al propósito de superar la crisis sin perder de vista los grandes objetivos de mejorar la oferta de valor a sus clientes y aumentar la inclusión financiera. Les damos la bienvenida a los debates sobre el sector que puedan realizarse sobre la base de las cifras, a las que todos pueden acceder, y que de esa forma podamos construir argumentos e ideas que redunden en beneficios para los usuarios del sistema y el país.
*Vicepresidente técnico de Asobancaria.
**Guevara, D. “Sector financiero: ¿Los que más crecen tributan lo suficiente?”. El Espectador, 26 de mayo de 2021.