La torre de la discordia
La torre de control y el centro de control aeronáutico se harán con dineros de la Aerocivil. Valdrán US$100 millones y no US$180 millones.
Jairo Chacón González
Nada es cierto. Con esta corta pero contundente frase, el director de la Aerocivil, Santiago Castro, desmintió las denuncias que hizo el senador Juan Manuel Galán, de supuestos sobrecostos y detrimento en las obras del nuevo aeropuerto Eldorado de Bogotá.
Castro explicó que la próxima semana vence el plazo para la entrega de propuestas para la construcción de la nueva torre de control y el Centro de Gestionamiento Aeronáutico (CGA) del aeropuerto, obras y equipamiento que tendrán $180 mil millones, que mal contados representan US$100 millones y no US$180 como lo denunció Galán.
El funcionario explicó que la torre de control, que tiene características de un poporo precolombino quimbaya, tendrá 89 metros y estará dotada de tecnología de punta, pero insistió que el centro neurálgico de la aviación colombiana no es la torre, sino el CGA, el cual estará en inmediaciones de Catam, en un espacio que brinde seguridad y que sea restringido al público.
Con la construcción del CGA se duplicará la capacidad para el control de superficies, plataformas y calle de rodamiento, lo que generará mayor índice de seguridad en las operaciones aéreas, que hoy reciben a cerca de 22 millones de viajeros al año.
En octubre del próximo año se iniciará la demolición de la torre. Mientras se realizan las obras, la Aerocivil dispondrá de dos torres de control móviles de 14 metros de altura para atender la operación sin contratiempos. Castro dijo que el concesionario está haciendo las cosas bien y que no se tendrá un aeropuerto ‘pichurria’.
Nada es cierto. Con esta corta pero contundente frase, el director de la Aerocivil, Santiago Castro, desmintió las denuncias que hizo el senador Juan Manuel Galán, de supuestos sobrecostos y detrimento en las obras del nuevo aeropuerto Eldorado de Bogotá.
Castro explicó que la próxima semana vence el plazo para la entrega de propuestas para la construcción de la nueva torre de control y el Centro de Gestionamiento Aeronáutico (CGA) del aeropuerto, obras y equipamiento que tendrán $180 mil millones, que mal contados representan US$100 millones y no US$180 como lo denunció Galán.
El funcionario explicó que la torre de control, que tiene características de un poporo precolombino quimbaya, tendrá 89 metros y estará dotada de tecnología de punta, pero insistió que el centro neurálgico de la aviación colombiana no es la torre, sino el CGA, el cual estará en inmediaciones de Catam, en un espacio que brinde seguridad y que sea restringido al público.
Con la construcción del CGA se duplicará la capacidad para el control de superficies, plataformas y calle de rodamiento, lo que generará mayor índice de seguridad en las operaciones aéreas, que hoy reciben a cerca de 22 millones de viajeros al año.
En octubre del próximo año se iniciará la demolición de la torre. Mientras se realizan las obras, la Aerocivil dispondrá de dos torres de control móviles de 14 metros de altura para atender la operación sin contratiempos. Castro dijo que el concesionario está haciendo las cosas bien y que no se tendrá un aeropuerto ‘pichurria’.