Las cuatro principales economías están en tensas negociaciones comerciales

Japón y la Unión Europea se encuentran negociando las reglas del comercio transfronterizo con Estados Unidos. El tono no ha sido el mejor y los riesgos para el crecimiento son altos.

Bloomberg.
15 de abril de 2019 - 04:37 p. m.
Donald Trump, presidente de EE.UU.  / Bloomberg.
Donald Trump, presidente de EE.UU. / Bloomberg.

Los esfuerzos diplomáticos para poner fin a una guerra comercial mundial se están expandiendo a múltiples frentes pues la Unión Europea y Japón iniciarán pronto conversaciones con la administración del presidente Donald Trump, justo cuando EE.UU. busca sellar un acuerdo con China.

Mientras las negociaciones entre Pekín y Washington continúan, esta semana Japón entra en una lucha que había logrado esquivar durante más de dos años: conversaciones comerciales bilaterales con Trump. El lunes, los ministros de la UE dieron luz verde para comenzar las negociaciones con EE.UU., ya que ambas partes tratan de mejorar las relaciones una semana después de haberse amenazado mutuamente con miles de millones de dólares en nuevas tarifas por una disputa de aviación de 14 años.

Las cuatro economías más grandes del mundo están negociando las reglas del comercio transfronterizo y los riesgos para el crecimiento son altos. En su reunión de primavera en Washington la semana pasada, el Fondo Monetario Internacional redujo su perspectiva para la expansión mundial a los niveles más débiles desde la recesión mundial de 2009.

El comodín en todas las conversaciones es la amenaza inminente de Trump de imponer aranceles a las importaciones de automóviles y partes.

Japón - EE.UU.

Para Japón, la tercera economía más grande del mundo, hay mucho en juego en las conversaciones que tienen lugar esta semana en Washington. El primer ministro, Shinzo Abe, está desesperado por evitar aranceles o cuotas en las exportaciones de automóviles, ya que Trump quiere abrir el mercado agrícola de Japón y reducir el déficit comercial de US$60.000 millones.

Abe se ha esforzado por cortejar a Trump para mantener una relación estratégica que proteja a su país de amenazas potenciales de Corea del Norte y China. Pero esto no significa que Japón se dejará pisotear a nivel comercial: el gobierno de Abe está decidido a evitar darle a EE.UU. un mejor acuerdo bilateral que los pactos multilaterales que ha negociado con las naciones de Europa y de la costa Pacífico.

China - EE.UU.

Por varias razones, las dos economías más grandes del mundo se están acercando para resolver sus diferencias y anunciar un acuerdo. El último giro inesperado que Bloomberg informó el lunes es que China está considerando una solicitud de EE.UU. de cambiar algunos aranceles sobre productos agrícolas clave a otros productos. Esto ayudaría a Trump a vender cualquier acuerdo eventual como una victoria para los agricultores antes de su candidatura a la reelección de 2020, dijeron personas familiarizadas con la situación.

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Durante el fin de semana, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que EE.UU. y China estaban "muy cerca de la ronda final" y que estaban considerando si debían celebrar más negociaciones comerciales en persona. También dijo que EE.UU. está abierto a enfrentar "repercusiones" si no cumple con sus compromisos en un posible acuerdo comercial, una señal de que las dos partes se están acercando a un acuerdo.

UE - EE.UU.

La UE está tratando de celebrar su propio acuerdo limitado con el presidente de EE.UU. para abordar los aranceles sobre los productos industriales, en parte para evitar los gravámenes con los que Trump amenazaba sobre automóviles extranjeros y autopartes. Las negociaciones que se espera comiencen en las próximas semanas se producirán en medio de una escalada de tensiones transatlánticas, ya que EE.UU. acusó a la UE de no actuar de buena fe y retrasar el inicio de las conversaciones.

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La advertencia de Trump sobre los aranceles a automóviles, que se basaría en los mismos motivos de seguridad nacional utilizados para los controvertidos impuestos del año pasado sobre el acero y el aluminio extranjeros, tendrá un gran peso en las discusiones, dado que la UE está enojada por la idea de que representa una amenaza para EE.UU.

El tono de las conversaciones no ha sido bueno. La semana pasada EE.UU. amenazó con solicitar indemnización por daños que ascienden a US$11.000 millones a través de los aranceles a productos europeos para contrarrestar la ayuda del gobierno europeo a Airbus SE. En represalia, la UE está considerando afectar productos estadounidenses, desde carteras hasta helicópteros, con aranceles de represalia por una suma de 10.200 millones de euros (US$11.500 millones).

Por Bloomberg.

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