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Algunas figuras destacadas de Silicon Valley han sugerido que la inteligencia artificial acabará creando tanta riqueza que las empresas podrían redistribuirla entre el público, incluidas las personas cuyos medios de vida se vieron afectados por la IA. Pero Jaron Lanier ve problemas en ese plan.
“No quiero crear más personas que dependan simplemente de los pagos estatales para sobrevivir”, dijo Lanier, un pionero de la tecnología y el principal científico unificador de Microsoft Corp. “Quiero crear más, si se quiere, clases creativas de personas que sean realmente buenas proporcionando datos nuevos que hagan que los modelos funcionen mejor. Entonces todos se benefician”.
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Lanier hizo estos comentarios durante una amplia entrevista para el último episodio de la serie AI IRL de Bloomberg Originals , disponible para transmitir ahora . (Aunque es empleado de Microsoft, no habla públicamente en nombre de la empresa).
Los sistemas de inteligencia artificial, incluidos los que admiten chatbots como ChatGPT, ingieren grandes cantidades de datos en línea para procesar las solicitudes de los usuarios y generar respuestas relevantes. Lanier sostiene que las empresas de inteligencia artificial deben trabajar para determinar qué personas contribuyeron con los datos más útiles a estos servicios, con el objetivo de compensar a las personas de manera más justa.
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“Para hacerlo, tenemos que calcular y presentar la procedencia de qué fuentes humanas fueron las más importantes para una determinada producción de IA”, dijo. “Actualmente no hacemos eso. Podemos hacerlo de manera eficiente y efectiva, sólo que no lo somos. Tiene que ser una decisión social pasar a hacer eso”.
Lanier, científico informático e investigador, es un respetado veterano multidisciplinario de Silicon Valley, al que se le atribuye simultáneamente el mérito de ser el padrino de las innovaciones, incluida la realidad virtual, pero también un crítico vocal de la propia industria tecnológica. Dijo en AI IRL que todavía se considera optimista sobre el papel de las tecnologías avanzadas, como la IA, en la sociedad.
“Para ser optimista, hay que tener el coraje de ser un crítico temible”, dijo Lanier. “He sido muy crítico con la forma en que hicimos las redes sociales. He sido muy crítico con muchas cosas”. Pero, añadió, “es el crítico el que cree que las cosas pueden mejorar. El crítico es el verdadero optimista, aunque no le guste admitirlo”.
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