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El acuartelamiento en que estaba la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) desde hace varios días, para dejar a punto todos los detalles de cada una de los 30 proyectos que promocionarán mañana lunes ante los más importantes empresarios de firmas de ingeniería internacional, fondos de infraestructura, fondos de pensiones y el sector financiero, tuvo un respiro al aire libre durante la visita del presidente de la entidad, Luis Fernando Andrade, a la vía Bogotá-Villavicencio.
Este corredor, que es uno de los de mayor crecimiento en los últimos años, sirvió para que se bajaran las cargas y se relajaran antes de la presentación en sociedad, en el Hotel Tequendama, de la Cuarta Generación de Concesiones (4G), con proyectos que están tasados en $40 billones.
Andrade, quien considera que no harán camino al andar, sino que soportarán el trabajo en proyectos estructurados, espera que a los inversionistas los atraigan las obras que le permitirán al país desatrasarse en materia vial.
Y es que el interés de empresas de Brasil como Odebrecth, Andrade Gutiérrez, OAS; las mexicanas ICA, Tradeco; las españolas Cintra, Sacyr, Axiona, ACS, OHL, Abertis e Iridium; las francesas Vinci y Bouygues; la italiana Impregilo; la sueca Skanska, y las coreanas Sk, Daewoo, Hyndai y Samsung, presagian el éxito del proceso que busca que se construyan 8.000 nuevos kilómetros de vías, de los cuales 1.500 serán en dobles calzadas, explica Andrade.
Esta nueva generación de concesiones permitirá la participación de los fondos de infraestructura, entre los que se encuentran las estadounidenses Brook Fild, Ashamore, Darby, Corne Stone, Golman Sachs, Morgan Stanley, Macquarie de Australia y SNC de Canadá. También hay tres de Oriente Medio.
La financiación de las obras se hará con un aporte del Gobierno del 40% y el 60 restante con recursos provenientes de los peajes.
Se tiene presupuestado que por lo menos $30 billones sean aportados por los fondos, pero una vez las obras estén concluidas, con el fin de garantizar los recursos de las pensiones de los afiliados, explicó Andrade.
Frente a este proceso, Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), señaló que se debe pasar de tanto anuncio a la ejecución, especialmente en aquellas vías que permitirán la conexión de los centros de producción con los puertos.
Una de las novedades del proceso, que oficialmente arrancará con la apertura de las primeras seis licitaciones en diciembre próximo, es el pago por disponibilidad, es decir, por buen estado de las obras.
Los primeros proyectos son Barranquilla-Cartagena (vía al mar), Jumbo-Lobo Guerrero, Girardot-Puerto Salgar, Cáqueza-Choachí-La Calera, Medellín-Puerto Berrío y Medellín-La Pintada.
Estos proyectos tendrán un costo que supera el billón de pesos y deberán estar construidos en seis años, de los cuales uno corresponde a preconstrucción.
Se espera que los 30 proyectos, que aún hoy están en su ajuste final, estén adjudicados en los próximos 12 meses, recalcó el presidente de la Agencia.