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Accionista significa, básicamente, ser propietario de una porción de una empresa. Una acción por definición es un título participativo sobre la compañía, lo que implica que se tienen los derechos y deberes que esto acarrea como dueño de una parte de la misma.
Por ejemplo, ser accionista otorga el derecho a participar de la asamblea de socios y recibir los dividendos de la empresa cuando los mismos sean decretados. La ventaja de tener acciones es poder participar del valor que va ganando la compañía, aunque también se tiene que asumir el riesgo de que ésta puede tener momentos malos, los cuales pueden crear desvalorizaciones del capital.
Esto último, sin embargo, ocurre muy pocas veces y la probabilidad de que a una empresa reconocida le pase esto es muy baja. Realmente el riesgo como lo conocemos hoy en día es la fluctuación del precio de la acción, aunque siempre, en el largo plazo, los precios tienden a ser crecientes, pues las empresas en el largo plazo tienen negocios más sólidos y estables.
Se debe aclarar que existen dos tipos de acciones básicas: las ordinarias y las preferenciales. Su diferencia es básicamente legal, puesto que estas últimas otorgan algunos derechos preferentes (de ahí su nombre), como recibir dividendos predeterminados antes que los accionistas ordinarios, a cambio de no tener derecho a voto en la asamblea de accionistas de la compañía.
Para invertir es importante tener en cuenta varios factores:
• Asesórese de expertos en el mercado financiero y especialmente en el accionario. Analizar empresa por empresa es un proceso tedioso, que acarrea mucho tiempo y manejar mucha información. Los expertos del mercado pueden determinar tendencias y empresas atractivas para invertir.
• Diversifique el portafolio y opte por buscar fondos de acciones con muchos emisores, que se manejen de forma activa y con un costo más bajo al que tendría, por ejemplo, pagar una comisionista, que a veces tiene tarifas altas para las transacciones menores a cierto monto.
• Recuerde que los mejores resultados al invertir en acciones se obtienen en el largo plazo. Éstas tienen fluctuaciones, pero esto no significa que se deba salir de la inversión. Simplemente, recuerde que esto pasa en los mercados financieros, pero que empresas sólidas, con estados financieros sanos, son generalmente ganadoras en el mediano plazo.