
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La confianza del consumidor estadounidense cayó en marzo a su nivel más bajo en cuatro años debido a la preocupación por el aumento de los precios y las perspectivas económicas en medio de los crecientes aranceles de la administración de Donald Trump.
El indicador de confianza del Conference Board disminuyó 7,2 puntos, hasta 92,9, según datos publicados este martes. Los analistas del mercado esperaban un retroceso menor, que lo habría colocado en 93,5, de acuerdo con el consenso de MarketWatch.
Las encuestas de confianza del consumidor de The Conference Board y la Universidad de Michigan han sido desalentadoras últimamente, ya que los hogares temen un resurgimiento de la inflación debido a los aranceles del presidente Trump. Las empresas han anunciado precios más altos y menor demanda, coincidiendo con las previsiones de los economistas que sugieren un riesgo de estanflación y mayores probabilidades de recesión.
También: Por qué Trump insiste con los aranceles y qué gana con la guerra comercial
Mientras que las lecturas de confianza y otros “datos blandos” como las encuestas a empresas y constructores de viviendas han sido definitivamente pesimistas en las últimas semanas, los “datos duros” de las estadísticas gubernamentales sugieren que la economía está en una base sólida. El desempleo sigue siendo bajo y otro informe mostró que la inflación disminuyó el mes pasado.
“El optimismo de los consumidores sobre los ingresos futuros, que se había mantenido bastante fuerte en los últimos meses, se desvaneció en gran medida, lo que sugiere que las preocupaciones sobre la economía y el mercado laboral han comenzado a extenderse a las evaluaciones de los consumidores sobre sus situaciones personales”, señaló en un comunicado Stephanie Guichard, economista sénior del Conference Board.
Según la encuesta, las expectativas sobre las finanzas futuras disminuirán al nivel más bajo desde julio de 2022. La proporción de quienes anticipan una recesión se mantendrá en un máximo de nueve meses.
La gran pregunta para los economistas y los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal ahora es si la tendencia de debilidad de la confianza se traduce en un comportamiento observable, como una marcada contracción del gasto. Los consumidores también se enfrentan a una inflación persistente, altos costos de endeudamiento y un mercado laboral más débil. Todo eso está afectando las finanzas de los hogares.
La semana pasada, los funcionarios de la Reserva Federal mantuvieron estable la tasa de interés de referencia por segunda reunión consecutiva, en un rango de 4,25 %-4,50 %, pero advirtieron que hay más incertidumbre en la economía.
Lea: Fed mantiene tasas en Estados Unidos, pero prevé menor crecimiento y más inflación
Las condiciones de compra para artículos de alto valor, como electrodomésticos y aparatos electrónicos, mejoraron, lo que podría reflejar planos para adelantarse a los aranceles, según el comunicado. Los datos sobre el gasto en bienes y servicios ajustados a la inflación de febrero se publicarán el viernes.
Para este punto es fácil sentirse perdido con los movimientos arancelarios de Donald Trump. Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), lo puso de esta forma en una entrevista reciente con un diario británico: “Parece que todos los días se impone un nuevo impuesto, o se retira un impuesto anunciado”. Y añadió: “una guerra comercial sería una situación de ‘perder-perder’ para todos”.
Desde prácticamente todas las esquinas que no sean la administración Trump se ha dicho que imponer aranceles a diestra y siniestra es una mala idea en términos de inflación y, de fondo, es una mala jugada para el crecimiento económico (de Estados Unidos y del mundo). La administración ha anunciado más impuestos para las importaciones de China, Canadá y México; para el acero y el aluminio de todos los países y este martes amenazó con lo que denominó “aranceles secundarios” para los países que compran petróleo y gas de Venezuela, con el fin de estrangular su comercio petrolero con otras naciones.
Uno de los principales temores es que el caos comercial introducido por la administración Trump termine por golpear el proceso de estabilización de la inflación en Estados Unidos, que ha costado tiempo y tasas de interés elevadas, luego del pico en la subida de los precios de la pospandemia.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.
Pronto tendremos al aire el boletín de noticias económicas, en el que además de actualidad encontrarán consejos de emprendimiento y finanzas. Si desean inscribirse, pueden ingresar aquí.