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Un reciente estudio de la firma EY, el Future Consumer Index 2025 (Índice de Consumidores del Futuro), encontró que el 61 % de los colombianos considera confiables las recomendaciones que hacen los influenciadores en las redes sociales. A nivel global, esta cifra llega al 43 %, lo que sugiere una competencia directa a la publicidad tradicional.
Según lo explicado por Ana Jiménez, quien es country Manager de GoTrendier en Colombia, los mayores niveles de confianza en estos creadores de contenido se encuentran en las generaciones más jóvenes. Un número importante de personas menores a los 30 años validan sus deseos de compra a partir de las opiniones de los influenciadores.
“Esa identificación con el influencer genera confianza. Lo ven como alguien real, no como una vitrina publicitaria. Por eso sus recomendaciones pesan más que cualquier anuncio”, explica.
Sin embargo, las cifras alrededor de este tema no son concluyentes. Otro estudio, esta vez publicado por la firma IPSOS, el Global Trustworthiness Index 2024 (índice de Confiabilidad Global), el cual contó con la participación de más de 23.500 adultos menores de 75 años en 32 países, informó que solo el 15 % de la población confía en los influenciadores. Es la segunda calificación más baja, solo superada por los políticos.
Este último análisis revela que los mayores niveles de confianza se encuentran en los doctores (58 %); científicos (56 %); profesores (54 %); personal de servicio en los restaurantes (44 %) y miembros de las fuerzas armadas (43 %).
No obstante, este estudio coincide en que las personas más jóvenes son más propensas a confiar en los influenciadores. Los de la generación Z tienen un nivel de confianza del 20 % y de desconfianza del 48 %; la relación en los millennials es de 18 % y 52 %; en la generación X es de 13 % y 58 %; y en los baby boomers es del % y 67 %.
No todos los influenciadores comparten el mismo nivel de credibilidad. Mientras algunos poseen conocimientos técnicos profundos en sus campos y ofrecen recomendaciones valiosas, otros han sido criticados por emitir consejos cuestionables e incluso por estar involucrados en fraudes.
Con la intención de proteger a los consumidores, desde hace unos años se viene hablando de la necesidad que hay en Colombia de que se expida una ley que regule las actuaciones de los influenciadores.
Este año se radicó un proyecto de ley que apunta a eso. Entre sus principales propuestas se encuentra la formalización de ese trabajo, la promoción de que estos creadores de contenido se capaciten y que sus labores productivas también sean objeto de tributación.
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