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Ante el manto de dudas que ha despertado la participación del ex comisionado Alberto Guzmán en las juntas y decisiones de la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), sobre la licitación del tercer canal privado de televisión, luego de que su período venciera el pasado 28 de febrero, la Procuraduría General de la Nación envió el martes una carta a la entidad en la que asegura que Guzmán debió haberse retirado de su cargo en el mismo momento en el que terminó su período.
“Los comisionados cuyos períodos vencen deben separarse de manera inmediata de sus cargos, lo que de suyo implica la imposibilidad de suscribir actos administrativos o la realización de actividad alguna posterior, así no haya sido nombrado su relevo, sin ello configurar abandono de cargo”, asegura la misiva dirigida al director (e) de la CNTV, Eduardo Osorio.
En el documento, firmado por la procuradora delegada María Eugenia Carreño, se enfatiza que aunque ha sido una práctica reiterada que los comisionados no abandonen el cargo hasta que haya sido nombrado su reemplazo —como lo ha sostenido el ex director de la entidad Juan Andrés Carreño— no se justifica dicha actuación. “... no por el hecho de ser este actuar lo acostumbrado, puede calificarse de legal y garantista de los mandatos constitucionales”.
La Procuraduría también asegura que la audiencia de asignación de riesgos, celebrada el martes de la semana pasada y presidida por Juan Andrés Carreño (quien había terminado su período el 8 de mayo), “no goza de validez jurídica”. Y prosigue afirmando que la segunda audiencia que se realizó con los mismos fines el viernes 14 de mayo “se considera igualmente viciada”. Finalmente, el ente de control sugiere que se disponga una nueva fecha para la audiencia de riesgos y solicita que las observaciones hechas “sean tenidas en cuenta” por la junta directiva de la CNTV.