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En medio del cambio de política arancelaria del gobierno de Donald Trump y un aumento de la incertidumbre geopolítica, el banco central estadounidense lanzó tres importantes mensajes sobre el desarrollo económico de Estados Unidos, todos reduciendo proyecciones para el resto del año y con sombras sobre la estabilidad del futuro económico global.
Producto Interno Bruto (PIB)
En un primer momento, en un comunicado publicado después de la rueda de prensa para anunciar la decisión sobre tasas de interés la Reserva Federal expuso el resultado negativo de las proyecciones para la economía de EE.UU. con respecto al PIB.
La Fed rebajó el pronóstico de crecimiento de ese país: en diciembre se preveía un PIB de 2,1 % para 2025, en marzo ya había bajado a 1,7 % y esta semana la proyección se ubicó en 1,4 %.
La inflación en Estados Unidos
La Fed también anunció resultados negativos en cuanto a la inflación.
Según el banco central de Estados Unidos, el crecimiento de los precios al consumidor se ubicará en 3 % para 2025, subiendo desde la anterior estimación, que ubicaba el indicador en 2,7%.
La razón de esta alza está relacionada con los cambios en la política arancelaria de Donald Trump. La meta de inflación de la Fed es de 2 %.
El desempleo
Para terminar su advertencia sobre los números negativos de la primera economía global, la Reserva Federal expuso que el desempleo subirá más de lo previsto: se ubicará en 4,5 % y no en 4,4 % cómo se había estudiado.
Sin embargo, entre el ramillete de datos no tan alentadores, el mercado laboral continúa mostrando resistencia a diversos choques locales y externos y es la piedra angular que sigue apoyando la política de cautela sobre las tasas que ha venido administrando la Reserva Federal, para disgusto de Trump.
¿Y el futuro de la economía global?
La Fed se manifestó sobre lo que podría pasar en un tiempo, teniendo en cuenta los datos reportados y explicó que es necesario ver cómo se sigue desarrollando el panorama para poder tener aproximaciones más certeras.
“Estamos viendo artículos que suben de precios, y en general todas las cifras empresariales indican que las compañías esperan transmitir el aumento de costes en la cadena de valor, es decir, hasta el consumidor. Pero el impacto y la duración de este efecto es incierta”, dijo la entidad.
Por otro lado los economistas esperan que tome varios meses para que los aranceles de Trump se reflejen en los precios al consumidor, y por esto la Fed está procediendo con cautela.
Por su parte, el mandatario estadounidense recurrió a insultar a Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal después de los datos presentados esta semana, como se ha vuelto costumbre en el trato del mandatario hacia la cabeza de la Fed, que goza de prestigio y respeto entre sus pares.
La escalada militar en Medio Oriente complica más las apuestas. La moderación de la inflación, de la que Trump se jacta, se debe en buena parte a la baja de los precios del petróleo, pero el conflicto actual puede hacer que los costos del crudo se disparen.
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