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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ve con buenos ojos la estabilidad de la economía colombiana, aunque advierte del crecimiento en el frente del déficit fiscal y la deuda pública.
El análisis llega como parte de un pronunciamiento del equipo del FMI que monitorea la situación de la economía en Colombia como parte del llamado artículo IV, que es una suerte de chequeo a la salud económica de un país miembro de esta entidad multilateral.
El pronunciamiento del FMI resalta que la economía colombiana continúa expandiéndose, con “algunas moderaciones en desbalances claves”.
Hay algunos aspectos interesantes en el análisis del Fondo:
- La retoma en la baja de la inflación está apoyada por una “política monetaria apropiadamente restrictiva”.
Este comentario es notable, si se tiene en cuenta que hay una tensión más que presente entre el Banco de la República y la administración del presidente Gustavo Petro por el comportamiento de las tasas de interés.
Mientras que el Banco defiende su postura en el tema bajo un esquema de cautela, el Gobierno ha pedido que acelere en la desescalada de las tasas, por un lado. Por el otro, el presidente ha afirmado que las decisiones del emisor frenan la economía, además de asegurar que la entidad tiene “mayorías uribistas” en su junta directiva.
- El Fondo continúa conversando con el Gobierno sobre las consecuencias que la guerra comercial de EE.UU. puede tener sobre la perspectiva económica del país en el mediano plazo.
Esto debido al impacto que la subida en aranceles puede tener para productos fundamentales en la canasta exportadora del país, como el café y las flores.
El petróleo, principal renglón de las ventas internacionales colombianas, por el momento, está por fuera del desbarajuste arancelario.
- El otro punto de conversación con el Gobierno es la reducción del déficit fiscal, que para el año pasado llegó a 6,4 % del PIB, la mayor medición en la historia reciente, con excepción del periodo de pandemia.
El FMI reconoció que las autoridades están trabajando en cómo apuntalar los ingresos tributarios que, de fondo, fueron la causa de los problemas fiscales por los que atraviesa el país: menos dinero entrando a las arcas del Estado y un gasto público mayor del proyectado.
El Gobierno espera que el déficit se reduzca este año a 5,1 %, una proyección que, según analistas, no es real pues los ingresos tributarios no alcanzarán para ajustar las cuentas, a pesar de las proyecciones del Ministerio de Hacienda y la DIAN, que han sido calificadas como optimistas.
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