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Cuando los indicadores de desempleo se desmoronaban en medio de los confinamientos y las restricciones más severas, no fueron pocas las voces que pidieron a gritos el pronto regreso a las actividades presenciales, principalmente por las consecuencias que la mitad de la población —las mujeres— estaba cargando sobre sus hombros. El aumento del trabajo en sus propias casas (producto del estudio y el trabajo remoto, así como del cuidado de personas enfermas) les alargó las jornadas o las sacó de la fuerza laboral. Ahora los efectos del retorno a la presencialidad parecen darles la razón a esas voces.
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En agosto de 2021, la población de hombres con trabajo aumentó 7,5 % en comparación con el mismo mes de 2020. En el caso de las mujeres, la variación fue casi el doble: 14,3 %. En total, ellos recuperaron 917.000 puestos y ellas, más de un millón. Según Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), quien este jueves presentó los resultados del mercado laboral del octavo mes del año, esa “ganancia” de las mujeres se explica por la mayor empleabilidad en actividades como las artísticas y de recreación, salud, educación, limpieza, entre otros.
Es decir, las menores cargas domésticas no solo les han permitido salir a buscar trabajo, sino que las que se empleaban en sectores que ya no son remotos (como la educación) probablemente lo han encontrado o lo han recuperado. Para hacerse una idea, en agosto de 2021 había 10,3 millones de mujeres “inactivas”, de las cuales 59 % se dedicaba a los oficios del hogar. Hace un año era más del 64 %, muy por encima del nivel prepandemia (en cerca del 58 %). En total, en comparación con el mismo mes de 2020, de la población considerada inactiva (porque se dedica solo a estudiar o a los oficios del hogar, entre otras razones) salieron 580.000 personas, casi 150.000 hombres y 430.000 mujeres.
Ahora bien, al hacer comparaciones con los niveles prepandemia (agosto de 2019) todavía queda mucho por hacer. Como dice Paula Herrera Idárraga, profesora del Departamento de Economía de la Universidad Javeriana, aunque hay buenas noticias, no podemos estar “complacidos”, pues de los 424.000 puestos que aún quedan por recuperar para llegar al nivel de ocupación de hace dos años, más de 400.000 son puestos que ocupaban las mujeres. Según el director del DANE, por cada hombre que no ha recuperado su trabajo, hay 20 mujeres en la misma situación.
Podría decirse, entonces, que la urgencia de recuperar el empleo es prácticamente sinónimo de la urgencia de recuperar el empleo femenino.
Por sectores, llaman la atención dos que no solo están peor que en 2019, sino incluso peor que hace un año: el agro y las industrias manufactureras. Mientras que en agro los afectados son los hombres, con la pérdida de unos 230.000 empleos (las mujeres recuperaron 41.000 puestos), en manufactura son ellas en mayor proporción, con la pérdida de 42.000 empleos, frente a 16.000 menos para los varones. Al respecto, Camilo Rodríguez, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección, indicó que espera que la recuperación general del mercado laboral aumente los ingresos de los hogares y su capacidad de compra para la época de fin de año y, por lo tanto, que se dinamicen todos los sectores de la economía.
La tasa de desempleo para el total nacional en agosto de 2021 se ubicó en 12,3 %, es decir, bajó 4,5 puntos en relación con la cifra de hace un año (16,8 % en agosto de 2020), pero subió en comparación con el dato de desocupación de agosto de 2019, cuando la tasa era del 10,8 %. En ese total nacional se ve la mejoría en la brecha entre el desempleo masculino y el femenino: actualmente está en siete puntos (entre el 9,4 % de desempleo de los hombres y el 16,4 % de las mujeres) y es menor en relación con la vista hace un año, cuando la diferencia estaba en 8,3 puntos (21,7 % de desempleo para las mujeres y 13,4 % para los hombres).
Herrera Idárraga, además, hace un llamado a no solo ver la recuperación del empleo, sino a preguntarse por la calidad de ese empleo. Si bien la tasa de informalidad en las 13 principales ciudades bajó entre agosto de 2020 y agosto de 2021, del 46,4 al 45,5 %, la creación o recuperación de puestos formales no está siendo equitativa entre sexos: de los 560.000 nuevos puestos ocupados por los hombres en esas principales ciudades, casi 400.000 son formales. Para las mujeres, en cambio, de 509.000 nuevos puestos, apenas la mitad son formales.
En 23 ciudades (que, además de las principales, incluye a Tunja, Florencia, Popayán, Valledupar, Quibdó, Neiva, Riohacha, Santa Marta, Armenia y Sincelejo), la situación es aún más preocupante, pues de casi 595.000 puestos recuperados por las mujeres, más de 306.000 son informales. En el caso del empleo masculino, de 636.000 nuevos puestos, 412.000 son formales y 225.000, informales.
Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio de comerciantes Fenalco, destacó el avance de las cifras laborales, pero también hizo énfasis en que “no quiere decir que estemos resolviendo todos los problemas de desempleo y sobre todo de informalidad”. Según él, para el próximo gobierno, a su llegada, la prioridad no debe ser una reforma tributaria, sino “la reforma laboral integral que Colombia necesita”.
Por su parte, Rosmery Quintero, presidenta del gremio de pequeñas y medianas empresas Acopi, destacó la recuperación del empleo que se está dando en las mipymes e hizo un llamado a seguir utilizando los instrumentos que ha dado el Gobierno para la creación de empleo joven y para las mujeres (como el apoyo del 25 % de un salario mínimo para la contratación de menores de 28 años). Sin embargo, también manifestó su preocupación por la situación de las industrias manufactureras. Aseguró que es necesario tomar instrumentos focalizados, por ejemplo, en materia de crédito, adicionales a los apoyos que ha dado el Gobierno Nacional (como el subsidio a la nómina).
