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El gobierno de Canadá está considerando imponer impuestos a las exportaciones de materias primas como petróleo, uranio y mineral de potasa hacia Estados Unidos, en caso de que el presidente electo Donald Trump cumpla su amenaza de aplicar aranceles del 25 % a productos canadienses. Según funcionarios cercanos al gobierno del primer ministro Justin Trudeau, esta sería una medida de último recurso dentro de una posible guerra comercial.
Como primera medida, Canadá podría aplicar aranceles de represalia sobre productos estadounidenses y controles de exportación a ciertos bienes. Sin embargo, los impuestos a exportaciones estratégicas, que podrían elevar los costos para consumidores y empresas estadounidenses, también están siendo considerados.
Entre las materias primas afectadas destacan:
- Petróleo: Canadá es el mayor proveedor externo de crudo para Estados Unidos, abasteciendo casi la mitad del petróleo refinado en el medio oeste del país.
- Uranio: fuente clave para las centrales nucleares estadounidenses, con aproximadamente una cuarta parte de su suministro proveniente de minas en Saskatchewan.
- Potasa: insumo esencial para fertilizantes agrícolas que abastece a granjas estadounidenses.
La implementación de impuestos a estas exportaciones afectaría sectores estratégicos en Estados Unidos, como el energético y agrícola. Además, el Departamento de Defensa de EE. UU. depende de proyectos canadienses para insumos como cobalto y grafito, lo que agrega complejidad a la relación bilateral.
“Es una idea terrible”, afirmó la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, al ser consultada sobre el posible uso de impuestos a la exportación.
“No apoyo los aranceles a los productos canadienses ni a los productos estadounidenses porque lo único que hacen es encarecer la vida”, declaró Smith. “En cambio, estamos adoptando un enfoque diplomático y nos estamos reuniendo con nuestros aliados en EE.UU.”
A nivel interno, esta medida podría generar tensiones políticas en Canadá, especialmente en provincias como Alberta y Saskatchewan, donde se concentra la producción de estas materias primas. Los líderes provinciales de ambas regiones, Danielle Smith y Scott Moe, han manifestado su rechazo a esta propuesta, señalando que perjudicaría a sus economías locales y encarecería productos en ambos países.
Al gobierno de Trudeau no le quedaría otra opción que responder si Trump simplemente eximiera a la energía mientras grava a todos los demás productos canadienses.
Así está la relación comercial
El gobierno de Trudeau ha destacado que los aranceles propuestos por Trump representarían un golpe significativo para la economía canadiense, ya que los productos energéticos constituyen cerca del 30% de las exportaciones a Estados Unidos. Además, un impuesto a las exportaciones podría afectar gravemente las relaciones comerciales y aumentar los costos para consumidores estadounidenses, que dependen ampliamente de estas importaciones.
Canadá espera una actualización fiscal y económica programada para el lunes, en la que podrían definirse medidas adicionales sobre los controles de exportación. Mientras tanto, las discusiones continúan, y ambas naciones enfrentan un posible escenario de tensiones comerciales con consecuencias económicas significativas.
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