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Estados Unidos elevó este jueves 10 de abril los aranceles contra los productos chinos hasta un acumulado del 145 %, como lo indicó el decreto de la Casa Blanca.
La cifra incluye los gravámenes anunciados por Donald Trump en los últimos días, que escalaron a un 125 %, más un 20 % ya vigente desde marzo e impuesto por EE. UU. bajo el argumento de combatir el tráfico de fentanilo.
China, que ya había respondido con aranceles del 84 % sobre bienes estadounidenses, ha asegurado que tomará todas las medidas necesarias para defender sus intereses, advirtiendo que no aceptará presiones.
En este contexto, que parece cambiar cada día, el embajador encargado de China en Colombia, Zhang Liping, explicó cuál es la posición del país asiático sobre los aranceles impuestos por Donald Trump, hasta dónde llegará el Gobierno chino para defender sus intereses y el papel que podría tomar Colombia en medio de las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo.
Las verdaderas causas del déficit, según China
El diplomático reiteró la postura de su gobierno, al señalar que “China no crea problemas, pero tampoco les teme”. Así mismo, añadió que su país está dispuesto a dialogar, pero si EE. UU. insiste en la escalada arancelaria, “iremos hasta el final”.
Durante su intervención, Zhang puso el foco sobre las razones estructurales del déficit comercial estadounidense, el cual ha sido usado por Trump como justificación para la ofensiva arancelaria.
Según el embajador encargado, el desequilibrio entre ahorro e inversión en EE. UU. ha obligado a ese país a financiarse con ahorro externo. Es decir, a mantener un déficit comercial como reflejo de sus propias dinámicas internas.
“El déficit no es culpa de China”, fue el mensaje del diplomático.
Desde su perspectiva, si se toman en cuenta los flujos de comercio de servicios y los ingresos de empresas multinacionales presentes tanto en China como en Estados Unidos, la relación económica entre ambos países es prácticamente equilibrada.
El plan frente a los aranceles
En un escenario en que los aranceles entre las partes se mantengan, Zhang Liping explicó que China ha diseñado políticas para reducir su dependencia de las exportaciones y fortalecer el mercado interno. El país asiático busca expandir su base de consumo y, con ello, avanzar hacia una economía de mayor valor agregado.
“La economía china es sólida y tenemos un sistema industrial completo, un mercado amplio, relaciones comerciales con más de 150 países y margen de maniobra suficiente para enfrentar choques externos”, declaró.
El diplomático explicó que, en los dos primeros meses del año, se registró un crecimiento en la demanda interna en China (tanto en inversión como en consumo) y el objetivo de crecimiento del 5 % para este año se mantiene como una meta realista.
Sin embargo, una deflación persistente (el Índice de Precios al Consumidor de China cayó un 0,1 % en marzo, lo que podría indicar un menor consumo) podría ser un lastre en el objetivo de China de fortalecer su demanda interna para hacer frente a los aranceles.
Colombia, ¿en medio de las tensiones?
Más allá de la disputa con EE. UU., el embajador (e) subrayó que China continuará fortaleciendo relaciones con otros países, y mencionó a Colombia como un socio con gran potencial.
Cabe destacar que, en la noche del jueves 9 de abril, delegados de la embajada de China en Colombia sostuvieron un encuentro con representantes de los gremios económicos nacionales para reiterar su disposición a ampliar la cooperación bilateral.
El embajador encargado destacó oportunidades de colaboración con Colombia en áreas como transición energética, infraestructura, inteligencia artificial, agro, entre otros frentes. A su juicio, hay una fuerte complementariedad entre las economías de ambos países, y es momento de aprovecharla más allá de los ciclos políticos internacionales.
El embajador encargado también insistió en que, si bien el entorno global está marcado por tensiones, China mantiene su apuesta por el multilateralismo, la estabilidad y los beneficios compartidos.
Durante una charla con medios, Zhang hizo un llamado a la comunidad internacional para no caer en la lógica de bandos. En sus palabras, los países no deben verse obligados a elegir entre una potencia u otra, sino trabajar juntos en defensa del multilateralismo y del desarrollo compartido.
“China está dispuesta a cooperar con todos los países del mundo, incluida Colombia”, dijo el diplomático, quien recalcó que la solución no está en la confrontación, sino en el respeto mutuo y en la construcción de relaciones equilibradas.
Para el diplomático, los aranceles no son una solución, sino parte de un juego de suma cero en el que todos terminan perdiendo. “Cuando se golpea el nido, ningún huevo queda intacto. Cualquiera puede pasar de ser comensal a la comida en el menú”, dijo en alusión al impacto de una guerra comercial prolongada en la economía global.
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Por Daniel Felipe Rodríguez Rincón
