¿Cómo luciría una asociación entre Ecopetrol y PDVSA?
La industria petrolera venezolana ha ido repuntando. Con unas envidiables reservas probadas en crudo y gas, el vecino país es un gran prospecto, pero en el camino hay obstáculos técnicos y políticos.
“Es muy probable que Ecopetrol se vuelva socio de PDVSA en la explotación de campos de gas y petróleo en Venezuela”, dijo el presidente Gustavo Petro este sábado durante una visita oficial a Venezuela, en la cual se reunió con su homólogo, Nicolás Maduro.
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“Es muy probable que Ecopetrol se vuelva socio de PDVSA en la explotación de campos de gas y petróleo en Venezuela”, dijo el presidente Gustavo Petro este sábado durante una visita oficial a Venezuela, en la cual se reunió con su homólogo, Nicolás Maduro.
Las declaraciones de Petro abren un amplio espectro de posibilidades y preguntas. Además de despertar reacciones políticas; por ejemplo, al instante, la oposición colombiana calificó esta idea de peligrosa.
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El panorama petrolero venezolano
De acuerdo con datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo (datos a cierre de 2021), con más de 303.000 millones de barriles. Así mismo, sus reservas de gas natural ascienden a más de 5.000 millones de pies cúbicos.
Sin embargo, su producción actual (con cierre a julio de este año) está por debajo del millón de barriles, llegando a 810.000 barriles por día (bpd), según cifras oficiales. Estos números son bajos, si se tiene en cuenta que en 1997 produjo de más de tres millones de bpd y durante los siguientes 20 años estuvo por encima de los dos millones de bpd.
A pesar de que los números actuales son bajos cuando se miran en el espejo retrovisor, representan una mejoría frente a las cifras de enero de 2023 (732.000 bpd) y las de años recientes: en 2021, por ejemplo, la OPEP registró 636.000 bpd como promedio anual.
La mejoría actual (que fue del 10 % en los primeros siete meses de este año) tiene que ver, principalmente, con la participación de Chevron en la explotación de hidrocarburos en Venezuela, un hecho que fue posible gracias al relajamiento general de las sanciones de EE.UU. a Venezuela, y en especial contra su aparato petrolero.
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El bombeo de la petrolera estadounidense, se estima, representa el 17 % de la producción total nacional. Y, además de esta empresa, también fueron habilitadas compañías como Halliburton y Schlumberger para algunas operaciones, muy restringidas, en territorio venezolano.
Lo que parecen mostrar las cifras de reservas y mejora en producción es el enorme potencial energético que hay en una industria que, en su momento, fue una de las líderes globales en materia petrolera (las reservas actuales están por encima de los números de Arabia Saudí e Irán, por ejemplo).
Beneficios, desafíos y riesgos de una reactivación
En el aspecto técnico de la cuestión, el camino hacia la reactivación petrolera de Venezuela significaría para Colombia la contratación de servicios y talento en la industria nacional.
A la sombra de la guerra en Ucrania y las sanciones al petróleo ruso, en Acipet dijeron que aunque la reactivación de la producción en Venezuela no beneficia a la industria petrolera nacional, pues ese país “tendrá que hacer muchísimos trabajos en pozos para poder reactivar e incrementar su producción. En ese sentido, compañías de servicios pequeñas colombianas podrían ampliar su mercado en el vecino país. Asimismo, se podrían dar nuevas oportunidades de empleo para los ingenieros colombianos”.
En ese momento, la ACP afirmó que “Colombia cuenta con excelentes compañías de bienes y servicios, que, si las dejan, podrían encontrar un mercado importante en ese país”.
Dicho esto, también es clave resaltar que una reactivación del sector petrolero en Venezuela no sucede de la noche a la mañana y, de entrada, requiere cuantiosas inversiones (además de tiempo).
Algunos cálculos estiman que, para volver a estar entre dos y tres millones de bpd se necesitaría una década de trabajos continuos, así como unos US$10.000 millones en inversiones anuales.
Para Andrés Camacho, ministro de Minas, una mayor integración energética entre ambos países podría traer beneficios en términos de mercado y competencia: ”Actualmente Ecopetrol importa petróleo liviano de California y del Golfo de México para mezclar con el crudo extraído en Colombia que es pesado, con el propósito de mejorar la calidad de refinación de la gasolina de consumo nacional. Con un precio de combustible más competitivo, avanzamos en el cierre del déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles FEPC”.
¿Qué papel tendría Ecopetrol en este escenario?
Es difícil saberlo, ante la ausencia de más detalles por parte del Gobierno o de la petrolera. Pero, de entrada, se avista un posible obstáculo: la industria petrolera venezolana sigue sancionada por EE. UU.
Aunque se han ido levantando algunas capas de estas restricciones, lo cierto es que las compañías estadounidenses no pueden llevar a cabo mejoras de pozos, otras instalaciones o infraestructuras en Venezuela, ni comprar o suministrar bienes o servicios, “salvo que sea necesario por razones de seguridad”, según reportó la agencia AFP.
Si bien estas sanciones no cobijan a compañías de otros países, como Ecopetrol, sí hay que resaltar que la petrolera estatal participa en negocios en Estados Unidos, como el Permian (que le han dejado lucrativos resultados) y la nueva postura colombiana frente a PDVSA podría complicar esas relaciones.
Ecopetrol registró un aumento de 20.000 bpd para el tercer trimestre de 2023 (frente al mismo período de 2022), lo que elevó su producción a 741.000 bpd.
Esta mejora se da en medio de un escenario de reservas petroleras y de gas en Colombia que no es halagador. En petróleo, el país tiene un horizonte de autosuficiencia de 7,5 años, mientras que en gas es de 7,2 años (esto con cifras de la ANH para finales de 2022).
¿Esto significa que en 7,5 años el país tendría que importar petróleo? No, siempre y cuando el país siga haciendo exploración y producción. Vale la pena mencionar que hace cuatro años la cifra de la ANH era de nueve años de autosuficiencia.
Pero el punto es que, hasta el momento, no se sabe a ciencia cierta qué sucederá con la explotación de hidrocarburos en Colombia, por el velo de incertidumbre que ha tejido el Gobierno sobre el tema.
Por esta razón, entre otras, el anuncio de “probable” asociación con PDVSA despertó reacciones, como la de Juan Camilo Restrepo, exministro de Hacienda, quien resumió el escenario en un comentario en X (antes Twitter): “Prohibimos explorar hidrocarburos en Colombia, pero ahora resulta que nos vamos a asociar con Venezuela (PDVSA), para hacer allá lo que acá se prohíbe”.
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