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El precio del oro retomó su impulso este lunes luego de una nueva escalada de violencia en Medio Oriente. El metal precioso alcanzó un máximo cercano a los US$3.400 por onza en la jornada, tras conocerse que Israel intensificó sus ataques contra Irán y que Teherán prometió responder de forma “proporcionada y decisiva” a los bombardeos realizados por Estados Unidos durante el fin de semana, que incluyeron instalaciones nucleares.
Según datos de Bloomberg, el oro subió hasta un 0,8 % en el día y cotizaba alrededor de los US$3.385 por onza a las 12:44 p.m. en Nueva York. En lo que va del año, el metal ya acumula un aumento de casi 30 %, impulsado principalmente por las tensiones geopolíticas, el interés de bancos centrales y los flujos de inversión.
La reacción de Irán incluyó el lanzamiento de varios misiles contra Israel, lo que refuerza el temor de una guerra regional de mayores proporciones. Estos riesgos geopolíticos aumentan la demanda por activos refugio como el oro, considerado históricamente una protección frente a crisis y volatilidad.
Phil Streible, analista de Blue Line Futures LLC, dijo a Bloomberg que hay “mucho movimiento” en el mercado del oro en este momento, pero que la tendencia sigue siendo alcista. “Seguimos creyendo que los precios del oro deberían seguir subiendo a lo largo del año, y esto está más impulsado por las compras de los bancos centrales y los flujos de inversión”, señaló. “Creemos que las tasas bajarán, por lo que somos estructuralmente alcistas con el oro”, añadió.
La tensión en Medio Oriente no solo afecta al oro. Un conflicto prolongado podría presionar al alza los precios del petróleo, alimentar la inflación global y complicar las decisiones de política monetaria en economías como la estadounidense, lo cual también podría tener efectos indirectos en los mercados de metales.
Otros metales preciosos también reaccionaron al clima de incertidumbre. El paladio subió 2,2 %, el platino 1,7 % y la plata también mostró un leve aumento. El índice Bloomberg Dollar Spot se mantuvo prácticamente estable.
Aunque el oro no paga intereses, su atractivo como refugio se mantiene cuando aumentan los temores por conflictos armados o crisis económicas. Y aunque una inflación más alta reduciría el margen de acción de bancos centrales como la Reserva Federal, los inversionistas aún esperan recortes de tasas para el segundo semestre de 2025.
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