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La junta directiva del Banco de la República decidió este miércoles, por unanimidad, reducir en 25 puntos básicos las tasas de interés, dejándolas en 9,25 %.
En las reuniones de enero y marzo, el Banco decidió detener sus recortes (en 9,5 %), después de nueve bajas. Para retomar la senda, la junta tuvo en cuenta que la inflación anual retomó su tendencia decreciente al pasar de 5,3% a 5,1% entre febrero y marzo. La inflación básica (sin alimentos ni regulados) mantuvo su tendencia descendente, pasó de 4,9 % a 4,8 %, y las expectativas de inflación del mercado de deuda disminuyeron.
Los codirectores también consideraron que las cifras disponibles de actividad económica en el primer trimestre de 2025 sugieren que la economía habría crecido a una tasa anual del 2,5 % por el fortalecimiento de la demanda interna, jalonada por la expansión del consumo privado y la inversión.
Pese a las buenas noticias, la junta resaltó que las condiciones de financiamiento externo del país “se han tornado más restrictivas, en un entorno de tensiones comerciales globales, alta volatilidad e incertidumbre en el mercado financiero internacional y presiones al alza sobre la prima de riesgo de Colombia”.
La prima de riesgo ha incrementado por las condiciones externas y la incertidumbre sobre la situación fiscal a nivel local.
Las mayores barreras al comercio, dijo la junta, implican choques negativos sobre la demanda externa del país y sobre los precios de algunos de los productos exportados.
Germán Ávila, ministro de Hacienda, celebró el consenso: “lo consideramos positivo y conveniente. Creemos que hay que hacer un esfuerzo para impactar en mayor medida esa reducción, nos habría gustado una reducción mayor, pero es positivo retomar la senda de reducción”.
“Estamos haciendo esfuerzos y tomando medidas en función de esa estabilidad fiscal”, dijo. También resaltó los buenos resultados del tercer trimestre, la baja en la inflación y que el dólar, pese a las tensiones externas por la política proteccionista de Estados Unidos, no ha mostrado “alteraciones significativas”.
Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, resaltó que desde hace unos meses el equipo técnico del Banco tiene proyecciones que indican que este año la inflación estaría por encima de 4 %. “Las decisiones de política que se están tomando hoy están encaminadas a garantizar que converge la inflación a la meta de manera estricta a finales de 2026, pero acercándose lo máximo posible al menos al rango de más o menos un punto porcentual de la meta (3 %) en 2025”.
Teniendo en cuenta la desaceleración prevista de la economía, en medio de las tensiones comerciales, el equipo técnico ajustó su pronóstico de crecimiento a 2,6 % para 2025 y a 3,0 % para 2026.
¿Cuál es el papel de las tasas de interés en la economía?
Para entender cómo afectan estas decisiones de tasas al consumo y a la economía diaria, conviene ver las tasas de interés como un engranaje clave que influye en toda la cadena económica.
El Banco de la República, como banco central, establece la tasa de interés que otros bancos deben tener en cuenta cuando deciden los costos de sus créditos. Así, si el Banco sube las tasas, el crédito para ciudadanos y empresas se vuelve más caro, desincentivando el endeudamiento y, en teoría, reduciendo el consumo. Esta reducción en el consumo puede moderar la demanda de bienes y servicios, lo que ayuda a estabilizar o reducir los precios y, por tanto, la inflación.
Por otro lado, cuando el Banco baja las tasas, los créditos se abaratan, lo que incentiva el gasto y la inversión. En este caso, el Banco optó por mantener un recorte progresivo en las tasas de interés, buscando un equilibrio que permita el crecimiento de la economía sin perder de vista el control de la inflación.
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