
Un bulldozer mueve carbón en una mina en Colombia.
Foto: Agencia Bloomberg
Hubo un tiempo en que el carbón era sinónimo de empuje industrial, de trenes humeantes y ciudades encendidas. Hoy, en cambio, su historia se escribe en voz baja. El mundo sigue quemándolo, pero con menos ánimo, como quien termina un plato sabiendo que no habrá repetición.
Ese es el telón de fondo del más reciente...

Por Alejandro Rodríguez Torres
Comunicador social y periodista apasionado por el mundo digital y la edición multimedia. Desde mayo de 2024 escribe en la sección Negocios sobre infraestructura y transporte. Le encanta la literatura y debatir hasta agotar las ideas.@alejandrorodtarodriguezt@elespectador.com
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