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El Índice de Precios al Productor (IPP) es un indicador clave que mide las variaciones promedio en los precios que enfrentan los productores por los bienes y servicios utilizados en sus procesos de producción.
Este indicador es importante no solo para las industrias, sino también para todos los colombianos, ya que si los precios que enfrentan los productores suben, es probable que los productos y servicios que se consumen también se encarezcan. Sin embargo, esto no siempre ocurre, ya que en algunos casos las empresas asumen total o parcialmente esos aumentos para seguir siendo competitivas.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en julio el IPP registró un leve incremento del 0,25 %. El dato hubiera sido negativo de no ser por el comportamiento alcista que registró el sector de agricultura y pesca, el cual registró una variación anual de 3,67 puntos porcentuales. Por su parte, industria y minería consolidaron una caída de 0,61 puntos porcentuales y 0,86 puntos porcentuales, respectivamente.
Datos más granulares muestran que los mayores incrementos se registraron en productos usados como insumos por los productores como las frutas de pepita y frutas de hueso (18,78 %), las hortalizas de raiz (15,45 %) y los minerales de cobre y sus concentrados (11,35 %).
Aún así, los resultados del año corrido registran un comportamiento favorable, con una caída generalizada en los precios para el productor del -1,01 %, siendo la minería el sector con una mayor contracción en esta materia, de 8,44 puntos porcentuales; la siguen agricultura, caza y pesca (-1,01 %) e industria (creció 0,70 puntos porcentuales).
La fotografía más amplia es la de los resultados anuales. En esta, el total de la variación fue de 2,20 puntos porcentuales. Una vez más, es la agricultura y pesca la que jalona, con un aumento de 7,35 puntos porcentuales. La industria consolidó un incremento de 3,57 puntos porcentuales y minería destaca por una caída de 10,28 puntos.
El desagregado por grupos de origen también muestran que, en julio, los precios de importados cayeron un 0,84 %; los de los producidos para el consumo interno aumentaron un 1,03 %.
Los exportados, por su parte, lograron una caída del -2,11 % (la más baja entre todas las categorías).
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