Estados Unidos: entre el crecimiento económico y el riesgo de la recesión
Le contamos cuáles son los factores que están tras los datos de crecimiento de la economía estadounidense. Además de las implicaciones que esto tiene para Estados Unidos y lo que dice de la situación global.
El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos para el tercer trimestre del año creció en el 0,6 % frente a lo registrado en el mismo periodo de 2021. El dato es significativo porque el país venía de dos trimestres consecutivos de contracción económica.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos para el tercer trimestre del año creció en el 0,6 % frente a lo registrado en el mismo periodo de 2021. El dato es significativo porque el país venía de dos trimestres consecutivos de contracción económica.
El ritmo con el que se espera que crezca la economía del país, si se mantienen las condiciones actuales, aumentó al 2,6 %, según la primera estimación del Departamento de Comercio con respecto al periodo relativo entre julio y septiembre.
La economía más grande del mundo se está expandiendo por primera vez desde principios de 2022, y el repunte es más fuerte de lo previsto. Los analistas esperaban un crecimiento del PIB del 2,3 % en el tercer cuarto del año.
El aumento del PIB se explica por la mejora de las exportaciones y del gasto de los consumidores. También por la inversión no residencial y el gasto público tanto federal como estatales y locales, que compensaron en parte el decrecimiento en la inversión residencial y en otras.
Le puede interesar: El Espectador le explica el mal trago de un dólar a $5.000.
Los datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA por su sigla en inglés) muestran que hay muchos componentes de la economía que todavía no se están recuperando, como es el caso del consumo de los hogares debido a la elevada inflación.
Aunque sí mejoró el gasto en servicios (como salud o viajes), pero el consumo de bienes descendió (especialmente en automóviles y alimentos). Y las menores inversiones se dieron en comercio, mientras que la bajada de la inversión residencial se notó sobre todo en las construcciones familiares y en las menores comisiones de los vendedores inmobiliarios.
El crecimiento de la economía estadounidense se da en un contexto marcado por la escalada de la inflación y las alzas en las tasas de interés que son consecuencia de ello. Además de los problemas en la cadena de suministro y otros factores como el bajo desempleo y un fortalecimiento del dólar.
“En el futuro, los riesgos están orientados a la baja, en particular para el consumo, ya que las familias siguen enfrentando dificultades por los altos precios y una probable desaceleración del crecimiento del empleo” en el país, comentó Rubeela Farooqi, economista de HFE, en una nota.
“La fuerza del dólar y la debilidad del crecimiento mundial limitarán las exportaciones”, anticipó Ian Shepherdson, economista de Pantheon Macroeconomics.
Puede leer: Precios de viviendas en Estados Unidos registran desaceleración récord.
El riesgo latente de la recesión
Comúnmente se entiende que un país entra en recesión cuando su economía se encoge, en lugar de crecer. Esto ya le había pasado a Estados Unidos, pues su PIB se contrajo en en un 1,6 % y 0,6 % en el primer y segundo trimestre, respectivamente.
Pese a esto el país no entró en recesión, según la administración del presidente Joe Biden y muchos economistas. Debido a que, si bien el PIB es uno de los factores principales, también son relevantes otras mediciones como el aumento del desempleo y la disminución del consumo, dos condiciones que no se cumplen en EE. UU.
Aun así, persisten los riesgos de recesión para los próximos meses. Biden había mencionado a principios de mes la posibilidad de una “recesión muy leve”.
Aunque tras conocerse el crecimiento estadounidense, Biden dijo que tienen “la prueba de que la recuperación económica sigue avanzando”. Esto es positivo para su mandato, de cara a las elecciones intermedias que tendrá el país el próximo 8 de noviembre que serán difíciles para el partido gobernante.
Biden añadió que la prioridad de su gobierno ahora es disminuir la inflación su “principal reto económico”.
Y es que es ese el tema central para la economía de Estados Unidos porque se mantiene cerca de su nivel más alto en 40 años, con el 8,2 % en 12 meses a septiembre, lo que erosiona el poder adquisitivo de los hogares. Sobre todo porque el remedio es frenar la economía aumentando las tasas de interés.
También lea: Por qué la inflación en Estados Unidos sigue preocupando a todo el mundo.
Los préstamos hipotecarios o de consumo ahora cuestan mucho más que antes. Menos consumo y menos inversión deberían permitir enfriar una economía recalentada por la actividad inusual que tuvo en 2021, que se despertó del letargo que impulsó la pandemia en 2020.
Por eso la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, luchar contra la inflación con el aumento gradual de sus tasas de interés y alienta a los bancos comerciales a que hagan lo mismo. Después de cuatro aumentos ya, debería continuar este impulso en su próxima reunión, el martes y miércoles de la semana que viene.
Todo esto que está pasando en Estados Unidos es una muestra de lo que se vive a nivel global, puesto que la desaceleración podría ser generalizada por la alta inflación que tienen muchas regiones. Varios países desarrollados podrían entrar en recesión en 2023, como Alemania e Italia, ha advertido el Fondo Monetario Internacional (FMI).
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.