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“Estamos en una nueva normalidad”: conclusiones de Davos sobre la economía global

El mundo está encontrando un equilibrio incómodo con un contexto económico más benigno eclipsado por una colección de riesgos geopolíticos, según el último panel de Davos de 2024.

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19 de enero de 2024 - 11:54 p. m.
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Las perspectivas de un descenso de la inflación y un repunte del comercio mundial ofrecen cierto aliento a inversionistas a pesar de la guerra y el populismo, coincidieron Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, y otros participantes en la clausura del Foro Económico Mundial.

“Normalización: eso es lo que hemos empezado a ver”, dijo a la audiencia desde la ciudad suiza, antes de añadir una importante aclaración. “No nos dirigimos a la normalidad”.

El panel de seis miembros se encargó de resumir el ambiente de Davos tras una semana en la que los participantes tendieron a poner buena cara a las perspectivas mundiales, acentuando la probabilidad de evitar una profunda recesión a pesar de un endurecimiento monetario sin precedentes para controlar la inflación.

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Este optimismo se ha visto minado en ocasiones por el espectro geopolítico, con el acecho de las guerras en Ucrania y Medio Oriente, y también las tensiones en el mar Rojo. La victoria de Donald Trump en Iowa el lunes, que le encamina hacia la nominación republicana, también fue recibida con alarma por muchos asistentes.

“Hay tantas incertidumbres y, por supuesto, todas las elecciones que vemos en todo el mundo y lo que eso puede traer”, dijo la directora general de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala. Compartió la opinión de Lagarde de que el mundo “quizá avanza hacia la normalización”, pero al mismo tiempo ciertamente “no es normal”.

La perspectiva de una segunda presidencia de Trump se citó con frecuencia durante la mesa redonda presidida por Francine Lacqua, de Bloomberg Television. Lagarde adoptó una postura optimista, diciendo que “la mejor defensa es el ataque” y presionando para fortalecer Europa mediante la creación de “un verdadero mercado único.” El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, se mostró más reservado.

“Estamos hablando demasiado de Donald Trump en Europa”, dijo. “Hacer los deberes es la mejor preparación para un posible segundo mandato de Donald Trump, y esto incluye nuestras capacidades para defendernos.”

Para David Rubenstein, cofundador y copresidente de Carlyle Group, la realidad es que, gane quien gane las elecciones de noviembre, Estados Unidos se enfrentará a un inmovilismo político, con todos los riesgos que ello conlleva para el resto del mundo.

“Casi todo lo que decían todos los candidatos probablemente no será cierto sobre lo que ocurrirá en el futuro, porque probablemente no serán capaces de conseguir lo que dicen que van a conseguir”, afirmó Rubenstein, que también presenta un programa en Bloomberg Television.

Una de esas preocupaciones expresadas con frecuencia durante la semana fue el trasfondo fiscal de EE.UU. El presidente de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, se habría referido a ello cuando dijo que “el área más importante y más descuidada de la política pública es la reforma fiscal”.

Rubenstein fue específico sobre los desafíos en EE.UU.

“Si no resolvemos esto, algo le va a pasar al dólar”, dijo. “Si EE.UU. no consigue recomponer su situación fiscal, en algún momento la gente va a hacer lo que hicieron con la libra esterlina y el florín holandés hace años”.

Anteriormente esta semana, el director financiero de Deutsche Bank AG, James Von Moltke, mostró su sorpresa ante la resistencia de las economías y los mercados financieros, al tiempo que el profesor de la Universidad de Harvard Ken Rogoff, se preocupaba de que “la situación geopolítica no se parece a nada que haya visto en mi vida profesional”.

Lindner optó por adoptar un enfoque más positivo. Describió a su propio país como “un hombre cansado después de una larga noche”, en contraposición a la etiqueta de “hombre enfermo” que se le ha vuelto a colocar recientemente. También se mostró más optimista sobre la economía mundial.

“Es una nueva normalidad, para la que tenemos que estar preparados”, afirmó. “2023 me ha dado esperanza”.

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Carlos(19865)20 de enero de 2024 - 01:14 p. m.
¡¿Normalidad?! Bueno, sí, esa es la "normalidad" en un contexto capitalista: inflación, estancamiento, devaluación de las monedas débiles, desempleo, desigualdad social, crisis ecológica, guerras, noticias falsas...
CARLOS(84821)20 de enero de 2024 - 11:52 a. m.
Una nueva normalidad es la resistencia de los pobres a seguir siendo tratados como esclavos de la economía. No se habla de cómo mejoraremos en el futuro y qué fuentes de empleo o qué sistema educativo tendremos. Solamente se habla de dinero, pero nada de soluciones para las crisis que se avecinan.
Jose(adh7f)20 de enero de 2024 - 05:52 a. m.
Normalidad para las llamadas personas de bien; pero la brecha entre ricos y pobres sigue aumentando, lo mismo que entre los politicos y la gente del comun, cada cual defiende sus intereses y los pobres que sigan siendo pobres y los ricos mas ricos.
samuel(77552)20 de enero de 2024 - 02:59 a. m.
No se puede hablar de normalidad en un mundo que se debe acomodar a los cambios exponenciales en muchos contextos.
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