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Las calificaciones de riesgo eran una de las preocupaciones que venían con la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) que realizó el Gobierno a finales de la semana pasada.
Esto es importante porque este tipo de empresas independientes evalúan la capacidad de pago y la fortaleza financiera del país, dicen qué tan confiable es y si es riesgoso, o no, invertir allí.
En este sentido, luego de que se conociera el estado de las finanzas, la calificadora Fitch Ratings no ve una perspectiva fiscal positiva para Colombia. La empresa ya veía que el panorama era complejo, por ello había bajado su perspectiva para el país de estable a negativa, aunque mantuvo la calificación en BB +.
Esto quiere decir que Colombia está en una especie de punto medio de “grado de especulación”. Si bien no alcanza a estar en el grupo de “grado de inversión” (que es el que tiene los mejores beneficios en materia crediticia, como tasas más bajas), tampoco está en el grupo de “especulación con alto riesgo”.
La perspectiva negativa es una alerta sobre la situación fiscal. Fitch Ratings alerta del “continuo deterioro de la posición fiscal del país y aumenta la incertidumbre sobre las perspectivas de medidas correctivas”.
Estos factores fueron fundamentales en la revisión de la perspectiva que hicieron marzo de este año.
Las alertas del Marco Fiscal
El MFMP, publicado el 13 de junio, eleva la meta de déficit del gobierno central para 2025 en 2 puntos porcentuales, hasta el 7,1 % del PIB, con incrementos posteriores de 1,4 puntos porcentuales para 2026 y 0,8 puntos porcentuales para 2027, hasta el 6,2 % y el 4,9 %, respectivamente.
Así luce el panorama:
“El plan de reducción del déficit del MFMP se basa en medidas de ingresos inciertas, incluyendo una reforma tributaria no especificada, y recortes de gasto aplazados que implementará la próxima administración tras las elecciones del próximo año”, explica la calificadora.
Y añaden que el marco fiscal es consistente con la opinión que dieron en marzo, pues muestra que hay bajos ingresos y que la administración del presidente Gustavo Petro no va a sacrificar el gasto.
Esto “significa que tendría dificultades para cumplir con los objetivos fiscales. Sin embargo, el deslizamiento es mayor de lo que anticipamos en marzo, cuando pronosticamos un déficit del gobierno central del 6,2 % del PIB”, reconoce la firma.
Los factores que han afectado la credibilidad de la política fiscal son:
- Las revisiones a los objetivos de déficit anteriores
- La suspensión de la regla fiscal
- Las amplias desviaciones de las proyecciones presupuestarias
Lo anterior se agrava gracias a que el Gobierno usó la cláusula de escape por tres años, que está diseñada para aplicarse en escenarios de urgencia que puedan comprometer la estabilidad macroeconómica del país.
El ministro de Hacienda, Germán Ávila, dijo que esto era necesario para evitar perjudicar el crecimiento económico y la estabilidad, y porque el 86 % del presupuesto de 2025 consiste en partidas inflexibles, lo que evita recortes de gasto a corto plazo.
¿Cómo reducir el déficit fiscal?
El gobierno planea reducir gradualmente el déficit fiscal del gobierno central en 3,4 puntos porcentuales del PIB, mediante una combinación de medidas de ingresos (1,4 puntos porcentuales) y recortes de gastos (2 puntos porcentuales), con el objetivo de reducir el déficit por debajo del 3 % del PIB para 2030 y estabilizarlo en torno al 2,8 %.
Según este plan, la deuda del gobierno central aumentaría del 59,3% del PIB en 2024 al 63,8% en 2027, para luego disminuir lentamente a partir de entonces.
Sin embargo, Fitch Ratings considera que la falta de medidas de consolidación detalladas en el MFMP y su cronograma propuesto significa que las perspectivas de implementación son altamente inciertas.
Las propuestas de recaudación incluyen un proyecto de ley de reforma tributaria que podría incluir ajustes al IVA y al impuesto sobre la renta personal para las personas con altos ingresos.
Los inconvenientes que ve la empresa son:
- El Congreso rechazó una propuesta para recaudar 9,8 billones de pesos el año pasado.
- La reforma tributaria es difícil de aprobar antes de las elecciones presidenciales programadas para mayo de 2026.
- Las rigideces presupuestarias podrían aumentar aún más a mediano plazo porque se aprobó la reforma pensional
“Creemos que esto pone en duda el ajuste fiscal neto de 1 punto porcentual del PIB planificado para 2026, que provendría únicamente del aumento de los ingresos”, resalta.
El ajuste del gasto está programado para comenzar hasta 2027, por lo que también está sujeto a la incertidumbre electoral y del resultado de las elecciones presidenciales.
El marco fiscal prevé un mayor endeudamiento en el mercado para cubrir las mayores necesidades de financiamiento en 2025, “que podría incluir 2.400 millones de dólares adicionales en bonos globales y más préstamos a corto plazo en los mercados internos, lo que aumenta la exposición a cambios en la confianza del mercado que podrían incrementar los costos de financiamiento”, finaliza la calificadora.
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