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Después del ataque por parte de Israel a Irán, no tardaron en hacerse presentes las primeras consecuencias económicas que esto activó. Los precios del petróleo se dispararon este viernes y los inversores, ante la incertidumbre, parecen ir migrando, una vez más, hacia activos menos volátiles.
El día de ayer, viernes 13 de junio, para el medio día el crudo había subido un 6 %, marcando su mayor aumento diario desde abril de 2023. Durante la semana, el petróleo subió alrededor de un 12 %, el mayor aumento desde octubre de 2022, cuando la OPEP recortó drásticamente la producción de petróleo.
Al respecto, expertos aseguran que lo más probable es que los precios de la gasolina tengan un aumento en las próximas semanas. Patrick de Haan, vicepresidente de Análisis Petrolero de GasBuddy explicó a CNN que el aumento puede rondar los 10 y 25 centavos de dólar por galón, que en este momento se encuentra en US$3,13 por galón. Igualmente, De Haan afirmó que, aunque los precios puedan subir, no llegarán nuevamente a topes históricos y que la única acción que podría afectar de manera más riesgosa la economía de la gasolina es que los conflictos de Medio Oriente traspasen las fronteras.
“Aún estamos en el punto más crítico de esta situación, pero que Irán califique los ataques como una declaración de guerra no augura nada bueno para el flujo de petróleo” explicó el vicepresidente de GasBuddy.
El petróleo es una de las primeras bajas, en el terreno económico, de los conflictos globales. Muestra de esto es la guerra entre Ucrania y Rusia: al comienzo de la invasión, el galón llegó a subir hasta US$5,02
No es la primera vez que el petróleo se ve afectado por conflictos diplomáticos, tal cómo pasó en la guerra entre Ucrania y Rusia, en su momento la gasolina y el petróleo sufrieron también las consecuencias del conflicto, pues el galón llegó a costar US$5,02.
Aun así, es una señal positiva, que en medio del conflicto actual, los precios entran en la crisis desde un valor más bien bajo, lo que significa que no llegarán a precios tan altos, a pesar de su posible aumento.
¿Hasta dónde llegará la incertidumbre?
Debido a la falta de claridad sobre el Norte que seguirá el conflicto, la situación de los precios de la gasolina y el petróleo está plagada de incertidumbre de predicciones sobre posibles escenarios.
Los analistas explican que en caso de que Irán intensifique la situación al atacar la infraestructura energética regional o al personal militar estadounidense, los precios podrían dispararse de manera considerable. “El petróleo ya se ha disparado… y su punto de impacto final probablemente dependerá de si Irán retoma la estrategia de 2019 y ataca petroleros, oleoductos e instalaciones energéticas clave en toda la región”, escribió Helima Croft, jefa de Estrategia Global de Materias Primas de RBC Capital Markets, en una nota a clientes este viernes.
El mayor temor que se prevé es que Irán llegué a tomar represalias al atacar el estrecho de Ormuz, punto estratégico, pues se ubica entre el golfo Pérsico de los océanos del mundo y el punto de estrangulamiento más crítico del planeta: por ese lugar fluyen alrededor de 21 millones de barriles de petróleo al día, lo significa aproximadamente una quinta parte del consumo diario mundial, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Aun así, es probable, dadas las acciones del pasado, que Irán se centre en las instalaciones militares israelíes. Ayudando al mercado petrolero a tener una crisis que pueda ser temporal y contenida, limitando el aumento de precios de la gasolina.
¿Cuál es el impacto para la economía global?
Los efectos del ataque ya se han extendido por los mercados mundiales, y la tendencia se ha ubicado en un rechazo contundente al riesgo en varios tipos de activos. Además, los ataques han provocado una ola de temor por una posible escalada que lleve a un conflicto regional más amplio, según comunicaron analistas de Deutsche Bank en una nota.
Con respecto al impacto que se vive de manera inmediata Israel e Irán ya cerraron su espacio aéreo, junto con Irak y Jordania. Varias aerolíneas han cancelado sus vuelos a la región. Y la opción de desviar vuelos que antes debían pasar por allí, es una medida costosa, que aumentará la duración del viaje y la cantidad de combustible utilizado.
Es importante tener en cuenta que Oriente Medio es un punto estratégico para el sector petrolero a nivel mundial. Por su parte, Irán es el tercer mayor productor de la región, detrás de Arabia Saudita e Irak.
¿Y si el conflicto se prolonga?
Este conflicto entre Israel e Irán llega para agregar un poco más de incertidumbre en los mercados financieros. Sobre todo, por las cambiantes políticas y restricciones arancelarias impuestas por el presidente Donald Trump en los últimos meses.
Un conflicto que se extienda entre Israel e Irán podría significar un aumento de las actuales presiones en el mercado mundial. Según un análisis realizado por FXStreet, cada aumento de 10 % en el precio del petróleo añade alrededor de un 0,4 por ciento a los precios al consumo durante el año siguiente.
Se espera que los precios del transporte marítimo aumenten considerablemente, como ya ocurrió a finales de 2023. Si se interrumpe el suministro de gas o las exportaciones de gas natural licuado en el Golfo, podría aumentar la presión sobre los mercados de energía en Europa y Asia.
La economía de Israel ya está afectada por el conflicto en Gaza y, según el economista Yacov Sheinin, si la guerra se extiende a Irán, los costos podrían llegar a 120.000 millones de dólares, lo que equivale al 20 % del PIB del país.
Por otro lado, Irán sigue con problemas económicos por las sanciones internacionales que limitan sus exportaciones de petróleo. Su moneda, el rial, está débil y la inflación es alta, alrededor del 40 %.
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