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Durante junio de 2025, el sector agropecuario siguió consolidándose como un motor clave para la generación de empleo en Colombia, con un incremento del 3 % en la ocupación rural, según el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). La agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca registraron 3,3 millones de personas ocupadas, la cifra más alta para el mes de junio en los últimos seis años.
Con una tasa de desocupación en el sector rural que bajó 1,9 puntos porcentuales respecto a junio de 2024, el agro se posiciona como la segunda actividad económica que más empleo genera en el país, con el 14 % del total nacional. Siendo concretos, hubo un aumento de 48 mil personas ocupadas en estas actividades en comparación con el mismo mes del año anterior.
El informe también destaca el crecimiento de la ocupación entre jornaleros y peones, con un aumento anual del 20,5 %, pasando de 702 mil a 846 mil personas. Asimismo, los trabajadores por cuenta propia, que representan la modalidad predominante en el agro, crecieron un 4,8 %, sumando 9,69 millones de ocupados a nivel nacional.
La ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino, señaló en un comunicado oficial del Ministerio, que estos resultados evidencian el éxito de las políticas que ponen al sector agropecuario en el centro de la reactivación económica y generación de empleo en Colombia. Según la ministra, “la gente ha vuelto a poner su mirada en el campo y lo ven como una oportunidad, no solo de desarrollo económico, sino de consolidar a Colombia como una gran potencia agroalimentaria”.
En el panorama general, la tasa de desocupación nacional para junio de 2025 fue de 8,6 %, mostrando una reducción de 1,7 puntos porcentuales frente al 10,3 % registrado en junio de 2024.
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¿Cuál es la situación detrás de las cifras macro?
Si bien el agro es uno de los pilares económicos del país (como se evidencia en las cifras de crecimiento económico y empleo), más allá de lo macro la situación pinta distinto. A la par de estas mejoras a nivel nacional, algunos agricultores han manifestado que su actividad no es rentable.
Poco después del paro de arroceros, productores de papa, leche y algunos de maíz, se unieron el lunes al paro minero para protestar por pérdidas económicas. Sobre todo, el sector papero ha señalado que el dinero que recibe no alcanza para cubrir ni la recolección del tubérculo, generando pérdidas.
En este momento los paperos están perdiendo entre $11 y $15 millones por hectárea y la cifra puede seguir subiendo, de acuerdo con Richard Sánchez, gerente general de Fedepapa (Federación Colombiana de Productores de Papa).
Si bien, el paro no es papero cómo tal, estas inconformidades, que surgen de una profunda desigualdad entre los agricultores y los intermediarios, ponen al sector en alerta, pues los paperos llevan casi un mes buscando reuniones con el Gobierno, pero hasta ahora no han tenido respuestas concretas.
Así el panorama, aunque hay un boceto positivo sobre el agro a nivel nacional, es importante prestar atención a los sectores que más lo están necesitando, pues las desigualdades no bajan y las ganancias no han llegado de forma equitativa al campo, en donde muchos de sus habitantes tienen problemas para salir de la pobreza y alimentarse de forma adecuada y regular.
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