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El DANE arrancó pisando fuerte en la semana con la publicación de los datos del Producto Interno Bruto (PIB) para el total de 2024, así como el desglose de este dato para el cuarto trimestre del año pasado.
Para el acumulado de 2024, el PIB registró un crecimiento de 1,7 %, cifra que está levemente por debajo de las proyecciones de analistas, así como del Ministerio de Hacienda y el Banco de la República, que ubicaban el dato en 1,8 %
Aunque la cifra no es fantástica, la noticia sigue siendo bienvenida, pues da cuenta de un proceso de recuperación, que llega luego de que en 2023 la economía se descarrillara seriamente.
Vale recordar que en ese momento, el resultado anual de 0,7 % en el PIB sorprendió a todos los actores del ecosistema económico, pues nadie esperaba una cifra tan notablemente anémica. Hay que aclarar aquí que la cifra inicial publicada por el DANE fue de 0,6 %, pero en las revisiones estadísticas que se hacen de estos números subió a 0,7 %, como parte de los resultados presentados este lunes.
Si se mira por actividades, el PIB deja ver sectores con desempeño notable, pero también renglones con resultados que podrían llamarse decepcionantes.
Los dos grandes motores de 2024 fueron el agro (8,1 %), que registró buenos resultados a lo largo de todo 2024, y el sector de entretenimiento (8,1 %), en donde se agrupan las apuestas y los juegos de azar, que continuaron mostrando un comportamiento notable.
En el lado del agro, los buenos resultados se explican, entre otros factores, por el crecimiento en los cultivos de café, que ha estado acompañado de precios internacionales históricamente alto; la expansión de estos cultivos se dio a un ritmo anual de 22,5 %, según el DANE.
Por el lado de las noticias no tan positivas se ve la contracción de 5,2 % en la explotación de minas y canteras, renglón en el que también se agrupa la explotación petrolera del país. Esta cifra es notable por derecho propio, pero es aún más preocupante si se tiene en cuenta que en 2023 esta actividad tuvo un comportamiento positivo, de 2,6 %.
Según el DANE, las cifras de este sector obedecen a un decrecimiento en la extracción de 13,3 % en carbón y de minerales metalíferos, que cayó 8,3 %.
Para el total del año, la extracción de crudo y gas se ubicó en terreno contractivo, con un resultado de -0,7 %. “Pero el grueso corresponde a lo que sucedió con el carbón”, enfatizó Urdinola.
En el lado de las cifras contractivas para el año también está la industria, que registró un resultado anual de -2,1 %, según los datos del DANE. Este resultado continúa con la mala tendencia que ya se había visto en 2023, cuando se dio una contracción de 2,7 %.
En este renglón resaltan las bajas en las actividades industriales asociadas a las industrias extractivas, que decrecieron 3,6 %. Por el lado de los textiles también se vio una caída de 3,2 %.
En cifras generales, abril fue el mes que más aporto a la economía, con un impulso de 5,6 %. Por su parte, mayo decayó con -2 %.
Cuando se mira por trimestres, el DANE reportó un crecimiento de 2,3 % para el último de estos periodos en 2024.
La directora del DANE detalló que la categoría que más valor agregado brindó a la economía fue el comercio y reparación; transporte y almacenamiento, alojamiento y servicios de comida, con crecimiento de 4,4 % y contribución de 1 % al PIB. Principalmente, el comercio al por mayor y al por menor creció 5,9 % y aportó 3 % a este renglón.
En cambio, la explotación de mineras y canteras cayó 5,9 % frente a la cifra de 2023 (0,4 %), contribuyendo con -0,4 % al PIB. “Allí, de nuevo, el carbón está generando casi toda esta caída (...), tenemos los cambios en las minas, los problemas que ha tenido las minas de Cerrejón para la explotación”, dijo Urdinola. La extracción de este mineral disminuyó 13,5 %, aportando con -3,8 % a la categoría.
Las actividades artísticas mejoraron 5,2 % y aportando 4,5 %. La directora enfatizó el rol de los juegos de azar como “protagonistas” por varios años, incluyendo los eventos masivos a lo largo de país.
Con este panorama, es claro que fue el último trimestre cuando se dio el mayor impulso de la economía el año pasado, que fue de menos a más, con un comienzo más letárgico que dinámico y una mitad estable, aunque sin ser fantástica.
La cifra del trimestre también estuvo levemente por debajo de las expectativas de analistas, que lo ubicaban en 2,4 %.
La economía colombiana cerró el año con un aumento de 4,3 % en la demanda final interna, que, en palabras simples, es todo lo que consumimos y en lo que invertimos dentro del país.
Uno de los datos más llamativos es que la formación bruta de capital, es decir, la inversión en maquinaria, construcción e infraestructura, se disparó 29,1 %. Esto significa que se está apostando fuerte a proyectos que pueden generar crecimiento a futuro.
En cuanto al gasto de consumo final, que es todo lo que gastan tanto las familias como el Gobierno, creció apenas 1,2%. Pero si miramos más de cerca, los hogares gastaron 1,8 % más y el gobierno, en cambio, redujo sus compras y gastos en 1,8 %.
Por el lado del comercio exterior, las exportaciones crecieron 2%, lo que significa que Colombia vendió un poco más al resto del mundo. Sin embargo, las importaciones aumentaron 10,7%, lo que sugiere que el país compró mucho más de lo que vendió. Esto puede ser señal de una mayor demanda interna, pero también de una balanza comercial más desbalanceada.
Indicador de Seguimiento de la Economía
El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) muestra una expansión de 1,81 % en el año, una leve aceleración frente a 1,08 % de 2023, pero muy por debajo del 6,42 % alcanzado en 2022.
El ISE analiza la evolución y el comportamiento de la economía de Colombia en el corto plazo. Sectores como el comercio y los servicios lideraron el crecimiento, mientras que la industria y la construcción mostraron señales de estancamiento.
El dato más reciente, correspondiente a diciembre, muestra que la economía se expandió 2,95 % respecto al mismo mes de 2023.
En general, abril fue el mes más movido de la economía, con una variación anual de 5,41 % frente al cuarto mes de 2023 (-0,51 %)
Las actividades primarias, que incluyen agricultura, ganadería, pesca y explotación minera, registraron un crecimiento de 1,96 % en su serie original y de 2,34 % en su serie ajustada por estacionalidad y calendario.
Este rubro creció por el agro, que logró 133,8 puntos en diciembre del año pasado, ocho puntos más que los 125,6 de diciembre de 2023. Mientras que la explotación de minas decreció cinco puntos, al desacelerar de 85,9 puntos en 2023 a 80,9 en diciembre pasado.
El sector industrial y la construcción siguen en una senda de crecimiento marginal. En diciembre, las actividades secundarias crecieron apenas 0,33 % en su serie original y 0,24 % en la ajustada por estacionalidad.
El sector terciario, que agrupa comercio, servicios financieros, telecomunicaciones y transporte, fueron los principales impulsores del crecimiento en diciembre. Las actividades terciarias crecieron 3,74 % en su serie original y 3,72 % en la serie ajustada.
En este ámbito, las dos categorías protagonistas fueron las actividades artísticas, de entretenimiento y creación (262 puntos), y la administración pública y defensa (166,9 puntos).
“Tuvimos varios eventos culturales que estuvieron jalonando, precisamente, ese crecimiento, que se combina con lo que hemos visto a lo largo de los meses de este año”, dijo Urdinola.
¿Qué viene para la economía de Colombia en 2025?
En términos de PIB, 2025 presenta una perspectiva más positiva que el año pasado, con una proyección de crecimiento alrededor de 2,6 % (dato del Minhacienda en el que, de nuevo, coinciden analistas encuestados por Fedesarrollo y el Banco de la República).
El Gobierno también le apunta a que este año la inflación finalice en 3,6 %, en una senda clara de convergencia hacia el rango meta trazado por el Banco de la República, de 3 %. Sin embargo, el Banco de la República ubica la inflación en un nivel superior para finales de 2025, en 4,1 %.
Las proyecciones de 2025 permiten pensar, si se sigue la ruta que trazan esos números, que el año podría traer buenas noticias mediante la combinación de una inflación descendiente (lo que llevaría a menores tasas de interés) y, en general, de una economía más activa y dinámica que en los últimos dos años; un PIB de 2,6 % nos devolvería a terrenos de 2018, sin las distorsiones introducidas por la pandemia: en otras palabras, una buena noticia, aunque aún por debajo del potencial de crecimiento del país, que orbita más cerca de 3 %.
Si bien las proyecciones macro del año parecieran alentadoras, estas deben abrirse paso a través de un matorral, tan denso como espinoso, de problemas fiscales.
Así mismo, en el panorama hay incertidumbres por lo que pueda pasar en el frente internacional, especialmente con las decisiones sobre política comercial que ha estado tomando el gobierno de EE.UU., y que podrían incluir aranceles para ciertos productos colombianos en algún punto. Nada es fijo por el momento, pues este escenario cambia casi que a diario mediante decisiones (y retractaciones) por parte del presidente de ese país, Donald Trump.
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