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El Gobierno radicó esta semana ante el Congreso el proyecto de Presupuesto General de la Nación para 2026 por $557 billones. Para tener los ingresos suficientes, el Ministerio de Hacienda espera que el Legislativo apruebe una ley de financiamiento (en la práctica una tributaria, pero para financiar el presupuesto) por $26,3 billones.
Este jueves, durante la rueda de prensa que realiza el Banco de la República tras la decisión de la junta sobre tasas de interés, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, defendió la propuesta del Gobierno y respondió a las críticas por el aumento en el gasto.
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Además, aseguró que no se trata de una medida para el Gobierno Petro, sino de una apuesta a largo plazo para proteger las finanzas públicas.
Gobierno defiende la reforma tributaria
El documento que radicó el gobierno Petro en el Congreso sorprendió a los analistas, principalmente, porque Minhacienda se había comprometido a presentar un presupuesto austero, pero en realidad aumentó el gasto que había estimado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, presentado en junio.
En solo un mes, el gobierno cambió considerablemente sus cuentas: ahora estima un gasto superior en $18 billones.
Ávila defendió que la ley de financiamiento no busca resolver una urgencia fiscal del año entrante, sino establecer una ruta de estabilidad para los próximos años.
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“No estamos planteando una ley de financiamiento que sea para el Gobierno Petro, es una ley de financiamiento que tiene una perspectiva de mediano plazo que trata de enfrentar estructuralmente la problemática fiscal”, afirmó.
Y agregó: “El beneficiario, por decirlo de alguna forma, no será el actual Gobierno, fundamentalmente”.
La tributaria, que será radicada en el Congreso a finales de agosto, contempla un esfuerzo tributario de $26,3 billones, frente a los $19 billones que se habían estimado inicialmente en el Marco Fiscal.
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Los analistas han explicado que pasar por el Congreso una reforma tan ambiciosa en el último año de gobierno es complicado, especialmente considerando que el año pasado se hundió en el Legislativo una ley de financiamiento por $12 billones, dejando el presupuesto 2025 desfinanciado.
“Eso no es solo una necesidad coyuntural del gobierno de recursos para 2026, sino de asegurar una estabilidad fiscal en el mediano plazo y eso llevó a plantear la necesidad de programar una propuesta de ley de financiamiento con un ajuste de ingresos tributarios un poco mayor al que originalmente se había estimado”, dijo el ministro.
¿Por qué no habrá recortes en el gasto?
Desde distintos sectores se ha cuestionado que el gobierno no presentara un presupuesto austero, especialmente en la apretada situación fiscal actual.
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El ministro sostiene que esto se debe a que no hay mucho margen de maniobra. “Las inflexibilidades del gasto llegan a cerca del 92 %. Una contracción sobre ese pequeño margen que existe dentro del presupuesto para la reducción del gasto implicaría un efecto macroeconómico contraccionista demasiado alto”, advirtió.
El gasto primario es el gasto total del Gobierno sin contar el pago de los intereses de la deuda. Esto incluye rubros como los salarios del sector público, salud, educación, subsidios, transferencias y funcionamiento del Estado, a grandes rasgos.
Según Ávila, a precios constantes, el gasto primario no ha tenido un crecimiento significativo respecto a años anteriores: “Prácticamente, a precios constantes, estamos manteniendo el nivel de gasto primario que se tenía hace cinco años”.
Pese a los cuestionamientos, el ministro de Hacienda señaló que el Gobierno no contempla hacer ningún recorte, pues tampoco sacrificará los proyectos clave del Plan Nacional de Desarrollo.
El futuro de la tributaria
El Gobierno espera radicar un nuevo proyecto de ley de financiamiento a finales de agosto.
Aunque el ministro Ávila confía en que el Legislativo comprenderá la dimensión estructural de la propuesta, reconoce que habrá oposición. “Obviamente siempre van a existir actores políticos que van a manifestarse independiente de los argumentos y planteamientos que haga el Gobierno”, dijo.
Sin embargo, destacó que ya han sostenido conversaciones con distintas bancadas y considera que hay condiciones para avanzar. “Nosotros creemos que el Congreso ha madurado sobre la importancia y necesidad de implementar esta ley de financiamiento”, puntualizó.
Hasta ahora, el gobierno no ha presentado un plan en caso de que la ambiciosa reforma tributaria no llegue a buen puerto en el Congreso.
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