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Los contenedores descargados en los puertos de Colombia son un signo de qué compramos, cuánto pagamos, de dónde viene y, sobre todo, qué no se produce (o no se compra en el mercado interno).
Las importaciones son las señales de fortalezas y debilidades del mercado colombiano. Según el más reciente informe del DANE, las compras externas alcanzaron los US$5.794,8 millones en abril, una leve caída de 0,8 % frente al mismo mes del año anterior.
Una noticia positiva, si se quiere. Pero con una industria interna que produce menos (-4,8 % anual), el mercado nacional estaría compensando a costa de mayor presión sobre la demanda local, lo que suele derivar en aumentos de precios o desabastecimiento en ciertos sectores.
Cabe recordar que la industria manufacturera cayó 3,3 % en abril, pero el peor golpe lo llevó la explotación de minas y canteras (-13,7 %). En total, 22 de las 26 actividades industriales presentaron variaciones negativas.
Con exportaciones en picada (-6,5 % anual), el alivio marginal de las compras externas podría no alcanzar a contrarrestar el deterioro de la actividad productiva nacional. Si el país importa y produce menos, el país caminaría en una senda de contracción. O más bien, de crecimiento limitado.
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Importaciones por segmentos
El corazón de las compras internacionales sigue siendo el grupo de manufacturas, que representó 72,9 % del valor total importado. Sin embargo, este grupo cayó 1,7 % anual debido a menores compras de productos químicos (-8,3 %) y artículos manufacturados según material (-2,8 %).
Mientras las importaciones industriales ceden terreno, el segmento agropecuario tomó fuerza. En abril, las compras externas de alimentos y bebidas crecieron 3,4 %, impulsadas por el aumento de 49,4 % en aceites, grasas y ceras de origen animal y vegetal.
En contraste, el grupo de combustibles y productos extractivos se mantuvo relativamente estable, con una ligera caída de 0,2 %, afectado por menores compras de gas natural.
Los productos clave del mes:
- Mayores aumentos: Bebidas y tabacos (+54,9 %), aceites y grasas (+49,4 %).
- Mayores caídas: Productos químicos (-8,3 %), alimentos y animales vivos (-3,6 %).
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Importaciones acumuladas en el año
Si se amplía el lente y se mira el comportamiento entre enero y abril de 2025, las importaciones sumaron US$22.042,8 millones, un aumento de 8,2 % frente al mismo periodo de 2024.
¿A qué se debe la expansión?
- Manufacturas: US$16.164,4 millones (+7,3 %), destacando maquinaria y equipo de transporte (+7,2 %).
- Agropecuarios, alimentos y bebidas: US$3.299,9 millones (+7,2 %), empujados por los aceites vegetales (+56,8 %).
- Combustibles y extractivas: US$2.562,5 millones (+15,9 %), principalmente lubricantes minerales (+14,3 %).
¿Quién le vende más a Colombia?
En términos de origen, Estados Unidos sigue siendo el principal socio, con una participación del 26,7 % en abril. No obstante, sus ventas a Colombia cayeron un 4,9 %, debido en gran medida a la caída en importaciones de aviones (-96 %) y gasolina (-14,8 %).
China, en cambio, vuela con más fuerza, ya que sus exportaciones a Colombia crecieron sólido 18,1 % en abril, explicadas por un salto en compras de vehículos (+197,7 %) y componentes electrónicos como diodos y transistores (+132,8 %).
Después de las dos potencias mundiales, los socios más relevantes los completan México (5,1 %), Brasil (4,7 %), Alemania (3,2 %), Japón (2,8 %) e India (2,5 %).
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Balanza comercial en déficit continuo
El aumento del déficit comercial revela que Colombia compra más de lo que vende al exterior, y lo peor del dato es que la cifra viene creciendo sin techo.
En abril, Colombia registró un déficit de US$1.352,8 millones FOB, 20,5 % superior al registrado en abril de 2024. Y si se toma el periodo acumulado entre enero y abril, el déficit alcanzó US$4.710 millones FOB, frente a US$3.619 millones del mismo periodo del año anterior: un salto de US$1.091 millones.
Las exportaciones, por su parte, llegaron a US$4.121 millones FOB en abril, lo que representa una caída de 6,5 % en relación con el mismo mes de 2024.
Es decir, una demanda sólida de bienes importados frente a exportaciones que no logran compensar el ritmo.
En principio, hay varios efectos que golpean de diferente manera un déficit alto:
- La presión sobre el peso. Si un Colombia importa más de lo que exporta, necesita más divisas (usualmente dólares) para pagar esas importaciones. Si no entran mediante exportaciones, debe conseguirlas, lo que suele conllevar la devaluación.
- Si el peso pierde valor, los bienes importados se encarecen, lo que causa un efecto dominó en los precios internos. Es decir, inflación, debido a la alta dependencia de insumos externos.
- La cuenta corriente se ve alterada. El déficit comercial obligaría al país a financiarse con deuda externa o inversión extranjera. Hoy en día, la primera está 48,03 % del PIB, y la inversión ha caído 26 % en 2025. Así, el riesgo país sube, encareciendo el acceso a financiamiento, dejando al país con menos margen de maniobra ante eventualidades.
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