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El flujo de remesas en Colombia sigue rompiendo marcas. Según el Banco de la República, en enero de 2025, los envíos de dinero desde el exterior sumaron US$1.009,66 millones, consolidando ocho meses consecutivos por encima de la barrera de los US$1.000 millones.
Este crecimiento representa un aumento de 10,64 % frente a enero de 2024, cuando la cifra fue de US$912,79 millones. Aunque en términos mensuales hubo una leve disminución de US$99 millones respecto a diciembre de 2024 (mes que registró el pico más alto con US$1.098,40 millones), la tendencia general sigue al alza.
Pero más allá de los números, el impacto de las remesas en la economía colombiana se ha vuelto cada vez más significativo. Según BBVA Research, suman una participación de 3,3 % en el PIB y están a punto de superar las exportaciones de petróleo como principal fuente de divisas para el país.
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El año pasado cerró con un acumulado de US$11.848 millones en remesas, un monto que superó todas las proyecciones. Inicialmente, los analistas de Corficolombiana esperaban que los giros desde el exterior alcanzaran los US$13.000 millones en 2025, pero la cifra fue superada en US$848 millones, adelantando el fenómeno que los expertos preveían solo para este año.
Desde junio de 2024, cuando los envíos de dinero rompieron por primera vez la barrera de los US$1.000 millones mensuales, el flujo de remesas se ha mantenido en niveles históricos. En 2024, siete meses superaron esta marca, con diciembre registrando el máximo anual.
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Estados Unidos sigue siendo, con diferencia, el mayor emisor de remesas hacia Colombia. En 2023, 42 % del total de estos envíos provinieron del país norteamericano, según datos del Banco de la República.
Este flujo de dinero está directamente ligado al fenómeno migratorio. Según la Cancillería, más de cuatro millones de colombianos residen fuera del país, de los cuales 2,1 millones viven en Estados Unidos.
Sin embargo, las políticas antimigratorias de Donald Trump, que incluyen restricciones al asilo y un incremento en las deportaciones, podrían representar un riesgo para este flujo de recursos. Un endurecimiento en las medidas contra los trabajadores migrantes podría reducir la capacidad de muchos colombianos para seguir enviando dinero a sus familias, afectando directamente a los hogares que dependen de estos giros.
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Según los analistas, el dinero recibido por remesas en Colombia se destina principalmente a:
- Gastos básicos: alimentación, vivienda y transporte.
- Educación y salud: cubriendo matrículas, útiles escolares y tratamientos médicos.
- Ahorro e inversión: una porción menor se usa en adquisición de vivienda y emprendimientos.
El impacto es aún más evidente en los hogares de menores ingresos. Para las familias en los dos quintiles más bajos, las remesas representaron hasta 9 % y 5 % de sus ingresos totales, respectivamente, en 2023.
Este flujo de dinero ha sido un salvavidas financiero para miles de colombianos en medio de la desaceleración económica, ayudando a compensar el impacto de la inflación y el leve crecimiento del empleo formal.
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