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El producto interno bruto ajustado por la inflación, o el valor total de todos los bienes y servicios producidos en la economía, aumentó a una tasa anualizada del 3,2 % durante el período, según datos publicados el jueves por el Departamento de Comercio. Eso se compara con un avance del 2,9 % informado anteriormente.
El consumo personal fue revisado significativamente al alza, para un avance de 2,3 % en el último informe en comparación con el 1,7 % de una estimación anterior y como reflejo de un mayor gasto en servicios.
Las cifras ponen de relieve que, a pesar del aumento de las tasas de interés y la rápida inflación, la demanda de los consumidores y las empresas sigue siendo sólida. Un fuerte mercado laboral y crecimiento de los salarios han apuntalado el gasto de los hogares, pero no está claro si los estadounidenses podrán mantener ese ritmo de gasto durante 2023.
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Mientras tanto, un indicador clave de inflación –el índice de precios de gastos de consumo personal, que excluye los alimentos y la energía– aumentó un 4,7 % anualizado en el tercer trimestre, ligeramente por encima de la estimación anterior. Los datos mensuales de noviembre se publicarán el viernes.
Otro indicador oficial clave de actividad, conocido como ingreso interno bruto, se elevó a una tasa del 0,8 %. Si se promedia con el PIB –un indicador que observan atentamente quienes determinan el momento de las recesiones–, el ingreso interno bruto subió un 2 %.
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