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Tras ser aprobada en su segundo debate en la Cámara de Representantes, la reforma laboral continúa su tránsito en el Congreso con la radicación de la ponencia (en la Comisión Séptima del Senado) por parte de los senadores del Pacto Histórico Ferney Silva (Pacto Histórico) y Wilson Neber Arias, así como Ómar Olmedo Restrepo (Partido Comunes).
Según lo manifestado por el senador Silva, con este nuevo episodio de la laboral en el Congreso se tiene la esperanza de que su eventual aprobación beneficiará a 23 millones de colombianos, quienes son los que conforman la población ocupada.
Sobre los cambios que se plasmaron en el documento, el representante explicó que los principales ajustes (que deberán ser debatidos en la comisión) se dieron en el contrato agropecuario, el jornal campesino, la discapacidad y la monetización en el contrato de aprendizaje.
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Sobre los primeros puntos hay que tener en cuenta que la reforma propende porque se aumente la formalización en esos sectores. Las más recientes cifras del DANE muestran que, mientras que en Colombia la informalidad es del 55,3 % en el territorio nacional, la misma es del 81,4 % en los centros poblados, rurales y dispersos, mientras que en las 13 principales ciudades esta es del 43,7 %. Aunque en todos los territorios es alta, la brecha es evidente.
Este lunes el Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, explicó que aunque es positivo que un buen grupo de senadores radicó esta ponencia, la misma no será debatida en las sesiones extraordinarias que se han convocado para los pocos días que le restan al mes de diciembre.
“El debate continuará en el mes de enero, en audiencias públicas. Hay un buen ambiente para discutir la reforma laboral, cuando comiencen las sesiones ordinarias en 2025″. Resaltó lo beneficioso que ha sido para el debate la concertación que ha tenido el documento en la Cámara de Representantes, con la participación de diversos partidos políticos, en donde se le han hecho ajustes (como lo ha sido la progresividad para la aplicación de los recargos nocturnos), por lo que para él es equivocado decir que hoy este documento es el mismo que se hundió en pasadas legislaturas.
El camino de la reforma
Hay que recordar que esta reforma se hundió en el primer intento de trámite que le dio el Gobierno de Gustavo Petro. En su momento, los críticos señalaron que este proyecto de ley resulta inconveniente, en la medida en que encarece los costos de contratación formal, en un escenario donde la economía no ha logrado alcanzar el nivel de reactivación deseado.
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Sin embargo, el Ministerio de Trabajo insistió y volvió a radicar el proyecto. Los cuestionamientos continuaron pues, según las principales agremiaciones empresariales que tienen asiento en la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, el documento fue prácticamente un copia y pega del anterior, sobre el cual no hubo una concertación con sectores como los que ellos representan.
Para el Gobierno y los ponentes que han traído el proyecto hasta este punto, la reforma busca devolver los derechos que han perdido los trabajadores con el argumento de que al abaratar los costos de contratación se aumenta la generación de empleo. Puntualmente la iniciativa aborda el recargo nocturno y en días de descanso del 100 %.
La reforma también pretende avanzar en la formalización, especialmente de personas que trabajan mediante una aplicación de reparto, los que realizan labores del cuidado del hogar, así como los trabajadores del agro colomnbiano.
Otro avance en la materia se daría mediante la aprobación de que trabajadores de micro, pequeñas y medianas empresas que devengan menos de un salario mínimo puedan realizar aportes al sistema de seguridad social (pues hasta la fecha esto solo es posible para quienes devengan un mínimo o más).
Centros de pensamiento consultados por este medio aseguran que esta reforma no aborda los problemas coyunturales del mercado laboral colombiano, como lo son los altos índices de desempleo, la informalidad (aún teniendo en cuenta lo anterior), la brecha de género y la falta de una mejor formación para el trabajo que responda a las demandas del sector productivo.
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