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En marzo de este año, 12.180 familias cruzaron la puerta de una nueva vivienda. Promesas, sueños, papeleos, escrituras, deudas y un nuevo hogar. En ese orden. El mejor mes del año para el sector constructor y, a la par, peor que el mismo mes del año pasado; sin embargo, comparado con un periodo de 12 meses, las ventas aumentaron.
Según el informe del gremio del sector (Camacol), a primera vista, los números evidencian una recuperación en el periodo de abril de 2024 y marzo de 2025, con 147.399 viviendas, un aumento de 3,4 % frente al mismo periodo anterior.
Pero si se acota la lupa al primer trimestre del año, la narrativa cambia. Solo se vendieron 35.540 unidades, una caída de 4,5 % en comparación con las 37.203 de enero a marzo de 2024.
En otras palabras: el año empezó peor, aunque la película de 12 meses muestre un avance.
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Los datos de marzo ilustran el corazón del problema. Se vendieron más viviendas que en enero (11.688) y febrero (11.672), pero menos que en marzo de 2024, cuando se vendieron 12.548 unidades. La caída interanual fue de 2,9 %.
Pero lo más revelador está en la segmentación:
- Las viviendas de interés prioritario (VIP), diseñadas para los hogares de menores ingresos, pasaron de 1.838 vendidas en marzo de 2024 a apenas 1.100 este año. Una caída de 40,1 %.
- Las viviendas de interés social (VIS), que también cuentan con subsidios del Estado, cayeron de 8.507 a 7.952. Es un descenso más leve, de 6,5 %, pero preocupante.
- En contraste, las NO VIS, viviendas sin subsidio y usualmente de mayor valor, subieron de 4.041 a 4.228. Es decir, un alza de 4,6 %.
El país no está vendiendo menos vivienda en general, sino menos vivienda para los que más la necesitan, y en la práctica, menos subsidios del Estado significan menos viviendas para este segmento de los colombanos.
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Una recuperación que no toca a todos
El dato anual positivo está impulsado, principalmente, por la buena racha de las viviendas NO VIS, que crecieron 9,2 % frente al año anterior, con 12.868 unidades vendidas en el periodo.
En contraste, la VIS cayó 10,8 %, con apenas 22.672 unidades vendidas en el primer trimestre.
Así las cosas, el dato revela que está creciendo el segmento alto del mercado, no el popular. Un problema que puede tener varias aristas.
- Tasas de interés reales: aunque el Banco de la República ha comenzado a recortarlas, se ha estancado en 9,5 %. Los créditos, por lo tanto, siguen siendo caros, en especial para los hogares de menores ingresos.
- Desajuste de subsidios: rezagos en ayudas estatales, como el atasco del programa Mi Casa Ya a finales del año pasado, frenó la demanda en los estratos más bajos.
- Incertidumbre económica: las familias postergan decisiones por temores económicas (sean internas o externas), como aranceles o inflación.
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El mercado muestra signos “mixtos”, bien definidos por los expertos. A medida que ciertos sectores se reactivan, los bajos esperan condiciones favorables. Mientras que en la comparación mensual y trimestral el año esté a la baja, en términos de 12 meses, sigue mejor que el año pasado. Es decir, el sector sí está creciendo, pero sin incluir a todos.
Si cinco millones de hogares siguen sin vivienda propia, ese detalle de menor acceso a hogares de ingresos medios o bajos no se queda en estadística, es, de fondo, un problema de falta de acceso.
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