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Standard & Poor’s (S&P) ratificó este jueves la calificación crediticia de Colombia para moneda extranjera en BB+ perspectiva negativa y BBB- moneda local.
De acuerdo con S&P, la calificación se mantuvo gracias al “resultado de instituciones y una democracia estable, división de poderes que permiten sostener políticas económicas de largo plazo”.
Tras conocer la calificación, Diego Guevara, ministro de Hacienda, dijo que “es una gran noticia para el país, que demuestra el compromiso de este gobierno con la sostenibilidad fiscal. Esperamos continuar trabajando para sortear los retos de este 2025, con el fin de seguir mostrando señales claras a los inversionistas de un manejo fiscal prudente de las finanzas públicas y políticas de crecimiento económico que redunden en bienestar para todos los colombianos”.
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José Roberto Acosta, director de Crédito Público y Tesoro Nacional del Ministerio de Hacienda, afirmó que se trata de un “voto de confianza por el buen manejo en materia de Finanzas públicas y un cierre del 2024 alineado con el cumplimiento de la regla fiscal. Esto nos mantiene los mercados abiertos tanto local, como en el extranjero, y eso se evidencia en un flujo de capitales positivo que hasta el pasado 21 de enero representaba entradas por $1,3 billones de capitales extranjeros”.
Vale la pena recordar que el año pasado Moody’s mantuvo la calificación Baa2, que implica que el país, al menos ante esta agencia, continúa siendo considerado con el preciado grado de inversión.
Sin embargo, entre mayo y julio de 2021, Colombia perdió esta calificación ante las agencias Fitch y Standard & Poor’s, por lo que resulta positivo que la calificadora ratifique hoy la calificación que le dio al país hace un año, en medio del duro panorama fiscal que afrontan las finanzas públicas.
En su análisis crediticio, S&G también destaca positivamente la flexibilidad y responsabilidad de la política monetaria basada en inflación objetivo y una tasa de cambio flexible. “Se espera que esto se mantenga con la nueva junta de codirectores, con el fin de anclar la inflación a la meta hacia finales de 2025″, explicó Minhacienda.
La agencia de calificación espera que el crecimiento económico para Colombia en 2024 se ubique alrededor de 1,7 % y que promueva un consumo resiliente y una recuperación de inversión que impulse el crecimiento hacía 2,9 % para 2027.
Además, “esperan que un mayor crecimiento económico soporte una mejora en los ingresos tributarios y junto con la combinación de medidas de austeridad permitan un cumplimiento de la Regla Fiscal y consolidación fiscal entre 2025 y 2026″, apuntó Minhacienda.
S&P también destacó el déficit de cuenta corriente, el cual está cerca de estabilizarse por debajo del 3 % en 2025-2028. “Este nivel es menor al nivel observado previo a la pandemia y refleja altas remesas y fuerte sector exportador, impulsado por sectores como turismo y servicios corporativos”, dijo la entidad mediante un comunicado.
¿Qué es el grado de inversión?
El grado de inversión es simplemente un umbral en una tabla de calificaciones que determina una nota mínimamente aceptable, similar al 3,0 que en muchas universidades establece quién pasa o no una materia (aunque sea raspando). Pero en el mundo de las finanzas globales ese umbral determina qué país tiene unos estándares razonables de solidez económica y reputacional ante sus acreedores. Es decir, si tiene grado de inversión, no hay tanto riesgo y por ende se le puede prestar con intereses atractivos (entre más escalones se encuentre por encima del grado de inversión, menos intereses paga).
Por la importancia de estos puntajes es que existe la industria de las calificadoras de riesgo. Se trata de entidades que se especializan en valorar el riesgo de cada nación, y asignar una nota a su deuda con base al riesgo que determinan diferentes factores claves (como la inflación, endeudamiento, PIB, y la fortaleza de las instituciones). Si bien hay muchas calificadoras, las más importantes, las que más miran los inversionistas (acreedores), son Standard & Poor’s (S&P), Fitch Ratings y Moody´s.
También es necesario entender cómo se leen las calificaciones crediticias. Tiene dos partes: una nota y una perspectiva. La primera parte es precisamente la calificación, el puntaje. Y la perspectiva da información de cómo podría cambiar la calificación a futuro (12 meses por lo general), por lo que puede ser positiva (la calificación puede subir), estable (se mantendría igual) o negativa (hay riesgo de una rebaja). En Standard & Poor´s y en Fitch Ratings el grado de inversión se obtiene desde la calificación BBB- (el signo negativo no significa perspectiva negativa), y en Moody´s desde Baa3. Y por supuesto hay toda una escalera de notas tanto arriba como abajo de estos umbrales.
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