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La semana pasada causó revuelo una resolución firmada por el ministro de Minas, Germán Arce, y con la que modificaba la base sobre la que se cobraba la base de la sobretasa a la gasolina. Ese documento, firmado el 30 de diciembre del año pasado, sin mucho ruido, creó una molestia generalizada entre alcaldes y gobernadores del país.
La causa, simple y concreta, era que los dejaba sin los recursos que estaban acostumbrados a recibir de esa cuenta fiscal y les creaba millonarios huecos en todos los planes de inversión que ya tenían establecidos, incluso, con vigencia futuras. Brincaron afectados de primera mano, como el alcalde Bogotá, Enrique Peñalosa, quien advirtió que por falta de esos dineros no se podría hacer el metro de la capital. Y como él, todos los demás expresaron su molestia.
Pasó una semana y esos alcaldes y gobernadores, tras una presión de marca mayor, le ganaron el pulso al Gobierno y este cedió, pero el resultado final se sentirá en marzo en el bolsillo de los colombianos. De lo contrario, el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, tendrá que darse la pela y permitir que el ‘hueco’ fiscal en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) siga creciendo.
El porcentaje del alza de los combustibles a partir de marzo de este año se repartirá entre el bolsillo de los consumidores y el Fondo. No hay otra salida. Mientras tanto, los mandatarios regionales van a continuar con los recursos por unos $400.000 millones para los planes y compromisos que habían definido con las expectativas de ingreso por la sobretasa a la gasolina. Así ya no le darán la espalda al Gobierno del presidente Santos.
El pulso por la base de la sobretasa a la gasolina lo ganan los gobernadores y alcaldes. Nunca se habían sentado en la misma mesa para defender intereses comunes. La otra pelea la tendrán que dar en el Congreso de la República cuando el Ejecutivo presente el proyecto de ley que va a definir el comportamiento de la base gravable de la sobretasa a los combustibles. La norma actual define el techo de la tarifa y faculta a los concejos y asambleas para graduar hasta dónde pueden cobrar los mandatarios. Lo que no hizo la ley fue calcular la base y deja en manos del Ministerio de Minas la decisión. La propuesta se encaminará a que esa base esté ligada al valor de los combustibles como están los demás tributos, indicó el ministro de Minas y Energía, Germán Arce. “Nos iríamos con una fórmula que esté ligada al valor de referencia de los combustibles, ojalá que la amortigue un poco, para que los usuarios no vivan el sube y baja permanente de los precios”, dijo.
La reducción en la cotización internacional del crudo ha afectado a todos los países que son dependientes de los ingresos del petróleo. Por vía de impuestos y regalías, el Estado ha dejado de recibir $23 billones y eso lo obligó a realizar la reforma tributaria que entró en vigencia desde el primero de enero de 2017.
“Con el objetivo de armonizar las políticas en materia de combustibles con las finanzas territoriales, el Ministerio de Minas y Energía expedirá para el mes de marzo una nueva certificación del valor de referencia para el cálculo de la sobretasa, en la cual mantendrá los niveles de la base aplicados en el año 2016 (gasolina motor corriente $5.078,77 gasolina motor extra $7.107,81 y acpm $5.024,59)”, dijo el Ministerio en el comunicado de prensa.
La determinación significará un incremento de al menos $300 para el galón de gasolina y del acpm en marzo, reconoció la viceministra de Energía, Rutty Paola Ortiz. “Esta decisión del Ministerio es una buena noticia para las regiones, permite cumplir con sus planes de inversión en infraestructura y posconflicto. El impacto en el precio a los consumidores se minimizará gracias al mecanismo de estabilización de precios con el que cuenta el Gobierno Nacional”, señaló la viceministra.
El fondo sin fondo
Para 2016, se espera que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) registre un déficit cercano a los $802.000 millones. Faltante que seguramente se hará mayor con la decisión del Gobierno, que deja satisfechos a los alcaldes y gobernadores. En 2015 el Fondo de Estabilización de Precios presentó un déficit por $266.000 millones explicado “por incrementos en los precios de la gasolina y el diésel durante el segundo y tercer trimestre del año”, dice un documento del Gobierno.
“La gasolina la compran los consumidores, es decir, todos los factores que conforman el precio lo pagan los consumidores. El fondo permite amortiguar el impacto a los consumidores”, dijo Arce. El alcalde de Bogotá agradeció que no se hubiera producido el recorte en la sobretasa. “Estos recursos son críticos para la movilidad de todos los municipios de Colombia”, dijo.
Por Jorge Sáenz v.
