Mercado de capitales de espalda a la realidad empresarial

En el negocio bursátil, hace 20 años había 40 comisionistas, hoy solo 18; en 2011 se contaba con cerca de un millón de inversionistas, ahora deben quedar unos 500.000. En 2001 había 125 emisores y hoy quedan 68.

Jorge Sáenz V./ @JorgeS_v.
29 de julio de 2019 - 02:00 a. m.
El informe de la Misión del Mercado de Capitales se conocerá en una semana. / Bloomberg
El informe de la Misión del Mercado de Capitales se conocerá en una semana. / Bloomberg

El Gobierno del presidente Duque está empeñado en reactivar el mercado de capitales, que ha perdido intensidad y desde hace varios años parece que fuera en retroceso. La capitalización bursátil local no ha sobrepasado niveles del 34 % del PIB en los últimos cinco años, situación muy alejada de lo ocurrido entre 2009 y 2013, cuando el promedio estuvo en 64 % del PIB, admite el Ministerio de Hacienda.

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Para tratar de enderezar el camino, y llevar de nuevo al mercado de capitales por el fortalecimiento, la administración Duque convocó una Misión del Mercado de Capitales, que debe rendir un primer informe en la primera semana de agosto de este año. Será la segunda misión con esta finalidad en la historia, pues la primera se conformó en 1996. El ministro de Hacienda alista un proyecto con las bases para la reactivación del mercado de capitales en Colombia.

El viceministro Técnico de Hacienda, Luis Alberto Rodríguez, sostiene que hay consenso en cuanto a que “el mercado de capitales en Colombia no es lo profundo que debería ser para el tamaño de nuestra economía”. Es innegable que la Bolsa de Valores de Colombia es una especie de termómetro que mide la temperatura de la economía, por ello se requieren decisiones que muevan el mercado.

Para diagnosticar el mal que aqueja al negocio bursátil, la Misión se encargará de establecer una hoja de ruta que promueva su desarrollo para que sea más profundo, líquido, eficiente y diversificado, con más emisores e inversionistas y que esté en constante innovación.

Desde el colapso de la firma Interbolsa, en 2012, se ha visto una estampida de personas naturales del mercado accionario, acompañado de emisores y de firmas comisionistas, señala el analista independiente Andrés Moreno. Es indudable que este desastre le hizo mucho daño a la Bolsa de Valores. Pero los escándalos no acaban y muchos grandes emisores han estado involucrados en hechos que afectan el nombre de las compañías.

Olarte asevera que “la demanda por acciones en Colombia es muy baja por problemas de estigma generados por los eventos como el de Interbolsa en 2012 y la crisis financiera de 2008 en el mundo, entre otros”. Según su análisis, esto ha hecho que los inversionistas pierdan apetito por el mercado bursátil local y que se genere una baja liquidez. En otras palabras, si se compra una acción no es fácil venderla después, admite.

Alexandra Cely, analista de renta variable de la firma Acciones & Valores, considera que para atraer a nuevos emisores “hay que generar programas de promoción y educación financiera orientada a las empresas, para persuadirlas de las bondades de participar en el mercado de capitales, no solo a través de los instrumentos tradicionales de financiación de proyectos”.

Baja presencia del sector real

“El volumen de las operaciones en Colombia como porcentaje del PIB en 2018 fue de 4 %, inferior a Brasil (43 %) o Chile (16 %) y muy por debajo de otros países emergentes como Sudáfrica (107 %)”, remarca el Gobierno.

Para el comisionista de bolsa Camilo Díaz, gerente de Estrategia de Itaú, es clave profundizar el mercado de capitales “fortaleciendo la participación de los agentes locales, principalmente los minoristas, dado que los actores institucionales ya tienen un papel activo dentro de los flujos, con una participación de 22 %, así como los agentes extranjeros, quienes en los primeros seis meses del año fueron los participantes más activos, con un 40 % de cuota en el mercado accionario local, mientras que las personas naturales y el sector real participan con apenas el 11% y 10% respectivamente”.

El Ministerio de Hacienda reconoce que hay una alta concentración en productos de entidades del sector financiero y una reducida presencia del sector real. “Esta última explicada, en parte, por los elevados costos y procesos dispendiosos que hacen que potenciales emisores renuncien prematuramente a su intento de acceder al mercado de capitales”, dice el Ministerio.

Alexandra Cely manifiesta que si bien hay menos emisores en el mercado, hay empresas muy robustas que integran el índice de capitalización Colcap. Tal es el caso de Bancolombia, Banco de Bogotá, Éxito, ISA, Aval, Ecopetrol y Grupo Sura; son 24 acciones y veinte emisores. Pero argumenta que muchas de esas empresas “han perdido poder de mercado y el volumen de negociación diaria se mantiene casi en los niveles de hace diez años en monto; es decir un promedio de $120.000 millones”.

La Bolsa de Valores de Colombia tiene la palabra, exponen analistas. Moreno opina que la Bolsa de Valores ha tenido muchos cambios desde su fusión. Recuerda que hace veinte años había cuarenta comisionistas, hoy solo 18; para 2011 se contaba con cerca de un millón de inversionistas, ahora deben quedar unos 500.000; en 2001 había 125 emisores y hoy quedan 68. “La bolsa se volvió más bancarizada, hubo aumento de costos y de una cantidad de tecnologías y auditorías y los pequeños inversionistas no tuvieron espacio, dados los altos costos”, dice.

“En Colombia, por desgracia, el beneficio-costo de emitir acciones es estructuralmente bajo”, asegura Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria. Y dibuja un panorama desalentador: “Para poder emitir acciones, las empresas deben generar confianza publicando de manera muy transparente sus estados financieros y su ‘estrategia de crecimiento de largo plazo’. Esto, enmarcado en un entorno de alta informalidad empresarial, alta evasión de impuestos y mucha incertidumbre empresarial de largo plazo, hace muy costosa la adaptación para acceder al mercado de valores”.

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El problema del mercado de capitales de Colombia no está en la salida de emisores, sino por qué no llegan, por la coyuntura del país, la devaluación del dólar y, sobre todo, no ven atractivos en el mercado para hacer emisiones en el negocio doméstico, y los pocos que llegan son pequeños, sostiene el analista independiente Andrés Moreno. Los potenciales emisores de valores se enfrentan, entre otros aspectos, a restricciones regulatorias que hacen de este un proceso muy dispendioso que termina por desincentivar la posible participación en el mercado, remata Camilo Díaz.

Por Jorge Sáenz V./ @JorgeS_v.

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