Minagricultura propone modernizar las centrales de abastos

Una novedosa propuesta para transformar las centrales de abastos en instrumento para la conquista de mercados internacionales, la defensa de los mercados internos y la seguridad alimentaria, planteó el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde.

Lo propuesta contempla que las centrales de abastos se conviertan en instituciones modernas, con información clara, precisa y de mercado, capaces de contribuir a asegurar la calidad y la cantidad que demanda el mercado.

Esta tarea de modernización podría tener un inicio el próximo 14 de febrero tras la reunión con el gerente de Corabastos, Mauricio Parra, y la Junta directiva de esa entidad. Igualmente se trabajará con los gerentes de las demás centrales de abastos del país en un taller sobre el presente y el futuro de estas entidades.

“Las centrales de abasto las reformamos porque las reformamos para el bien de ustedes, de los campesinos, del país”, indicó el ministro Rubén Darío Lizarralde, al insistir en que esta medida está concebida para que estas corporaciones crezcan y generen a los campesinos riqueza.

Definitivamente el país se merece unas instituciones del Siglo XXI y no organizaciones que se comportan como las de hace 44 años, cuando Corabastos abrió sus puertas, dijo el funcionario.

“Las centrales de abasto son el corazón de la seguridad alimentaria. Es un encadenamiento que arranca con la siembra de la semilla por parte del campesino y cuyo recorrido nos tiene que llevar hacia un mercado seguro para los colombianos y para el mundo”, explicó Lizarralde.

Según la FAO, Colombia es una de las ocho despensas del mundo, que cada vez demanda más alimentos no solamente en cantidad sino en calidad y Colombia tiene un inmenso potencial, aunque a duras penas explota el 30 por ciento de su territorio, dijo el funcionario en un informe de prensa del ministerio de Agricultura.

“No queremos volver al Idema, pero si las centrales de abasto no son la solución, nosotros como Gobierno tenemos que traer la solución a los hombres del campo, a los mercados que nosotros necesitamos abastecer y si no son las centrales de abasto, serán los idemas. Tenemos claro que sería regresar 30 años atrás y no queremos", dijo.

El ministro habló sobre la importancia de construir centros regionales que sirvan de absorción y comercialización de la producción. Serían lugares que estén más cerca de la economía campesina, lo que también evitaría las injusticias que se cometen con los precios. Además, en estos nodos logísticos habrá procesos de generación de valor para despachar los alimentos a otros departamentos y al exterior.

El cambio también implica acabar con la mala práctica de negociar el precio por fuera del mercado, se busca que éste sea público, transparente y no dependa de los actores informales que arriban con la llegada de los camiones y que han causado que el campesino pierda margen de ganancia. El Ministro reiteró que la invitación es a trabajar conjuntamente en las soluciones.