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La decimonovena versión de Colombiamoda cerró con un balance de US$45 millones en expectativas de negocios, de los cuales, US$8 millones corresponden a convenios cerrados. México, Ecuador y Venezuela fueron los países que concretaron el mayor número de transacciones. El resultado superó los cálculos de Proexport, pero es inferior al del año pasado, cuando se generaron expectativas de negocio por US$72 millones, de los cuales se han concretado hasta el momento contratos por valor de US$37 millones.
Los mismos visitantes percibieron una reducción en el número de expositores. De otra parte, la realización de una manifestación de textileros que tuvo lugar el segundo día del evento, también hizo evidente la incertidumbre que existe en el sector, generada, principalmente por la revaluación.
Pero a pesar de estos factores, se confirma que los compradores extranjeros vienen en busca de “moda y diseños exclusivos, y para ellos el precio no es un factor importante en la decisión de compra”, asegura María Elvira Pombo, presidenta de Proexport.
Munawai Siddiqui, uno de los compradores extranjeros que asistió por primera vez al evento, es un ejemplo de que el concepto y la calidad de la confección colombiana no pasan desapercibidos.
Este empresario holandés, que maneja cerca de 3.000 tiendas y bodegas de ropa, que el año pasado registraron ventas por cerca de 110 millones de euros, partió en la mañana de ayer hacia su país con los datos de cinco empresas colombianas, con las cuales desea hacer negocios: C.I. Jeans y Cristal hacen parte de las escogidas. Siddiqui quedó muy satisfecho con su visita a Colombiamoda y aseguró que éste “es un país que tiene mucho potencial en materia de confecciones”, juicio que emite con toda la autoridad que le da manejar un volumen anual de seis millones de prendas de todo tipo.
Colombia es el primer país de América Latina que Siddiqui explora para invertir, lo cual es una ventaja para los textileros nacionales. No obstante, lamentó la dificultad idiomática que encontró a la hora de hacer negocios: “Muy pocos hablan inglés”, aseguró.
De parte de los empresarios locales, Lina Álvarez, representante legal de Fusión 13, un proyecto asociativo de joyeros antioqueños, quienes hicieron parte del grupo de pioneros del espacio de bisutería y joyería de la Feria, dice que cumplieron con su objetivo: “Hay muchas expectativas y contactos. Ahora nos queda hacer seguimiento para concretar más negocios”. Empresarios de El Salvador, Costa Rica, República Dominicana y México fueron los más interesados en la oferta de este grupo de microempresarios que concretaron negocios por US$3 mil.
Queda esperar cuántos de los potenciales negocios generados en esta versión de la Feria se concretan de aquí a un año, para saber si el balance es positivo o negativo.