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Este lunes comienzan las negociaciones entre gremios empresariales, sindicatos y el Gobierno para definir el incremento del salario mínimo en 2023. Si bien estas discusiones suelen darse en diciembre, este año comenzó antes debido a las extraordinarias circunstancias en las que se encuentra la economía nacional y global.
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En efecto, las negociaciones se dan en un contexto complejo, siendo la inflación el punto que más puede complicar las discusiones: a corte de septiembre de 2021 el Índice de Precios al Consumidor registra una variación del 10,88% en lo corrido del año, y de 11,44% anual.
De esta manera, dado que en 2022 el salario mínimo es de $1 millón (subió 10% frente a 2021), las negociaciones de la mesa de concertación comenzarían con un pago de al menos $1.100.000 para que de un incremento superior a la inflación (a corte de septiembre de 202).
El problema es que las presiones inflacionarias todavía no ceden, y las previsiones han empeorado por el alza de casi $500 (hasta casi los $5.000) que ha tenido el dólar en Colombia en el último mes.
Según la firma Raddar, cerca del 15% de los productos de la canasta familiar son bienes importados, por lo que las fluctuaciones de la tasa de cambio tienen el potencial de encarecer el costo de vida de los hogares colombianos.
Por esto, se espera que los sindicatos apuesten por incrementos salariales significativos o que tengan en cuenta la persistente inflación, que podría extenderse hasta el 2023.
Sin embargo, los empresarios han venido advirtiendo sobre los efectos de incrementos exagerados sobre el salario mínimo, sobre todo en términos de empleo y de la desaceleración de la economía colombiana.
De hecho, ha tomado fuerza un reciente estudio del Banco de la República que indica que un incremento del salario mínimo del 1% por encima de la inflación, provoca una reducción del 1% en el empleo en Colombia.
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Por su parte, el Gobierno enfrenta su primera negociación del salario mínimo,y desde hace semanas se conocen algunas propuestas para las discusiones de este año. Por ejemplo, la ministra de Trabajo Gloria Inés Ramírez propuso congelar la canasta básica.
“La discusión de salario mínimo la haremos con los empresarios y trabajadores, con quienes analizaremos los diferentes factores como es el de la productividad, la pérdida del valor adquisitivo de los salarios y otras condiciones que son complementarias, que tienen que ver con medidas como por ejemplo, de una congelación de la canasta básica porque el incremento del salario es del 10 % y cuando los productos básicos del hogar aumentan el 12 %, esto genera que el valor adquisitivo quede superior por los costos de vida”, indicó la ministra Ramírez el pasado 13 de octubre.
Es claro entonces que este lunes comienza una de las negociaciones del salario mínimo más complejas de los últimos años.
