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El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo expidió un decreto para agilizar los procesos de insolvencia de las empresas que entran en crisis y no pueden pagar sus obligaciones con acreedores.
La norma (991 junio de 2018), que modifica procedimientos para liquidar y reorganizar empresas, atañe directamente a la Superintendencia de Sociedades. Francisco Reyes Villamizar, cabeza de esta entidad, afirmó que con el decreto “se busca darles mayor celeridad a los procesos de insolvencia. De hecho, la justicia concursal se caracteriza por su agilidad y oportunidad, si se tiene en cuenta que importantes procesos se han llevado a cabo en menos de un año”.
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Las modificaciones que establece el decreto incluyen, por ejemplo, la posibilidad de que las oficinas regionales de la Supersociedades puedan adelantar los procesos de insolvencia, con el cumplimiento previo de algunas condiciones para garantizar la independencia de las decisiones tomadas.
“La estructura de la Superintendencia de Sociedades y de las intendencias regionales debe asegurar que los servidores que ejerzan funciones jurisdiccionales sean distintos de aquellos encargados de ejercer las labores administrativas de inspección, vigilancia o control sobre las sociedades sujetas a su supervisión. En la decisión de los asuntos de su conocimiento, estos no tendrán ningún tipo de injerencia jerárquica o funcional sobre aquéllos”, se lee en el decreto, en donde se añade que “las competencias delegadas en las intendencias regionales podrán ser reasumidas en la sede principal en cualquier tiempo por razones de orden financiero o por motivos de interés público que así lo ameriten”.
El decreto también facilita la consulta de los expedientes, que suelen incorporar documentos como memoriales, providencias, actas y grabaciones, entre otros. El volumen de éstos puede dificultar su lectura y utilización, por lo que la nueva norma establece que “para facilitar la consulta del expediente, podrán abrirse cuadernos separados dentro de cada expediente para facilitar la consulta de los asuntos que cuenten con afinidad temática o que deban resolverse en una misma etapa”.
La normal autoriza ahora que los memoriales enviados por correo electrónico puedan ser incorporados al expediente del proceso, toda vez hayan sido remitidos al buzón de la Supersociedades desde la cuente de correo registrada en el proceso.
El decreto también facilita la entrega de memoriales para ser incluidos en los expedientes de los procesos de liquidación o reorganización de empresas: “Las partes podrán radicar memoriales en las oficinas de radicación del juez del concurso, incluso en aquellas distintas de la sede donde se adelanta el proceso, como la sede principal o las intendencias regionales de la Superintendencia de Sociedades. Los memoriales se entenderán presentados oportunamente si son recibidos antes del cierre del despacho del día en que vence el término”.
De acuerdo con el Superintendente de Sociedades, “los tiempos de los procesos de insolvencia, a cargo de la entidad son incluso, sustancialmente inferiores a los de otros países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE”.
Según la entidad, el tiempo que demora cada proceso depende de los recursos que se interpongan, pero han registrado casos en los que se puede llegar a una resolución final en menos de año y medio, lo que representa un lapso menor al promedio registrado en la OCDE, que es de 1,7 años (según datos del Banco Mundial para 2017).
Antes de este decreto, la Supersociedades ya había puesto en marcha metodologías para acelerar estos trámites, lo que le permitió mejorar la respuesta de admisión de un proceso en 21 %, a pesar del incremento de 14 % en la presentación de éstos.
De acuerdo con la Supersociedades, desde 2007 hasta mayo de este año, han sido aceptados 2.193 procesos de reorganización y 1.584 de liquidación. El año en que más reorganizaciones fueron finalizadas fue 2017 (109) y en el que más liquidaciones fueron concluidas fue 2011 (181).