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Los temores de una disrupción a causa del voto por la independencia de Escocia y la intensificación de los conflictos en Oriente Medio y Ucrania han afectado las proyecciones de la economía mundial, dijo ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En una actualización de los pronósticos económicos mundiales que publicó en mayo, la organización dijo que el panorama se había oscurecido para 2014 y 2015 en casi todas las grandes economías del mundo, como resultado de los golpes al crecimiento a comienzos de este año y de los riesgos geopolíticos.
La OCDE revisó a la baja sus pronósticos de crecimiento en 2014 para casi todas las grandes economías, con la excepción de India. Ahora espera que Estados Unidos crezca 2,1%, considera que la Eurozona lo hará 0,8% y Japón 0,9%. Las revisiones a la baja para cada una de estas economías se hallaron entre 0,3 y 0,5%.
El pronóstico para China se mantiene en 7,4%, mientras que el Reino Unido es la economía avanzada con más crecimiento, a 3,1%. Brasil está en el fondo de la liga, con una expectativa de crecimiento de tan sólo 0,3%, que es mucho menos del 1,8% que se esperaba en mayo.
La OCDE aún espera que las tasas de crecimiento aumenten para 2015, aunque de nuevo ha reducido la mayoría de sus pronósticos. Ahora se prevé que Estados Unidos crecerá 3,1%, que es una reducción con respecto al 3,5% que se esperaba en mayo. Entretanto, se espera que la Eurozona crezca tan sólo 1,1%, significativamente menos del 1,7% que se esperaba hace cuatro meses. También se espera que Japón crezca tan sólo 1,1%.
Mientras las proyecciones para las distintas economías fueron divergentes, la OCDE dijo que el reciente crecimiento de tan sólo 3% al año estuvo “muy por debajo del ritmo precrisis”, y la expansión “subpar” del comercio mundial.
Desde su sede en París, la organización que observa las economías avanzadas volvió a criticar duramente a los guardianes de la economía de la Eurozona. Describió como “decepcionante” su desempeño económico, advirtió que la “confianza de nuevo se debilita y que el anémico estado de la demanda se refleja en la caída que se produjo en la inflación, que es de casi cero en la zona, en su conjunto, y negativa en varios países”.
Dijo que el panorama persistentemente débil de la inflación ponía de relieve los riesgos de que se vieran frustradas las expectativas que tenía el Banco Central Europeo (BCE) de un aumento de las tasas a su objetivo de 2%.
“La inflación de casi cero también aumenta el riesgo de que se deslice hacia la deflación, lo cual podría perpetuar el estancamiento y agravar las cargas de la deuda”, dijo la OCDE.
Por último, hizo un llamado al BCE para que realizara “un estímulo monetario más vigoroso” que el actualmente planeado, pero apoyó el llamado hecho por Mario Draghi, presidente del banco, según el cual los países con fuertes finanzas públicas debían ayudar en el esfuerzo de aumentar la demanda de Europa.