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Paros: ¿un eterno retorno?

El Gobierno anunció militarización de vías para garantizar el abastecimiento de alimentos, que en algunos casos ya reflejan un alza de 30% en los precios, incremento que ya se ha visto en cese de operaciones de transportadores de años anteriores.

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Redacción Economía
18 de marzo de 2015 - 02:38 a. m.
Paros: ¿un eterno retorno?
Foto: LUIS ANGEL
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Aunque aún no se puede conocer el volumen de las pérdidas que dejará el paro camionero, que lleva 24 días, el Ministerio de Transporte ha hablado de más de $38.000 millones en tres semanas del cese de operaciones. La Andi, por su parte, calcula pérdidas diarias para la industria de $6.000 millones. Ante las afectaciones, el Gobierno Nacional anunció la militarización de las vías para garantizar la movilización y el abastecimiento de alimentos en todo el territorio.

Su duración ha superado la de otros paros, por ejemplo la de las protestas de 2004, que se extendieron por 17 días y registraron pérdidas por US$70 millones aproximadamente, y las de 2008, cuando, luego de 16 días, se calcularon pérdidas diarias de US$57 millones por mercancías que se dejaron de movilizar.

Sin duda se afectan el comercio exterior y el consumo interno, pues en estos eventos los alimentos experimentan un incremento de precio entre 30% y 40%. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura, los departamentos de Valle, Nariño y Cauca son los que el día número 23 de paro registraron menor oferta de alimentos en las plazas de mercado.

En el centro del país, según la información consolidada de Corabastos, la papa, por ejemplo, se está vendiendo 32% más cara, pues hace un mes, antes de que empezara el paro, se cotizaba el kilo a $1.360 en promedio, mientras que la media del precio del 17 de marzo se ubicó en $1.800.

“Se viene la cosecha de Nariño, que está arrancando, y allá es donde el perjuicio es mayor. En Cundinamarca y el centro del país comienza a mediados de mayo, entonces la afectación no es tan grande”, asegura José Manuel García, gerente de Fedepapa. Según él, el efecto del paro se seguirá sintiendo por unos meses, pues si en este momento los productores no tienen acceso a materias primas, semillas y fertilizantes, se genera temor a sembrar.

Dice García que aún es temprano para tener estimaciones de cuánto producto se está dejando de recoger y, por tanto, cuánto se está perdiendo en dinero. De la misma forma opina Augusto Márquez, miembro de la junta directiva de la Asociación Hortifrutícola de Colombia, del departamento de Boyacá. Asegura que los precios de los alimentos han subido cerca de 40% a causa del paro y calcula que una situación de este tipo puede dejar pérdidas de alrededor de $13.000 millones para su zona, es decir, Duitama, Sogamoso e inmediaciones.

La Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac) ha reportado normalidad en varios de los departamentos productores, salvo Nariño, donde se ha suspendido la recolección de leche, y en Boyacá, donde ha habido dificultades para su transporte. De acuerdo con Augusto Márquez, en su área se están dejando de recoger alrededor de 300.000 litros diarios.

Carlos Enrique Cavelier, presidente de Alquería, dijo que el efecto “no ha sido crítico” para los procesadores de leche. En Antioquia, Boyacá y Nariño hay fincas donde no han podido hacer la recolección de un volumen que representa menos de 2% de lo que generalmente se acopia. “Han roto varios vidrios de los camiones”, contó.

Así como los efectos de este paro tienen similitudes con los de protestas anteriores, los reclamos se originan de nuevo en las tarifas que se pagan al transportador por su servicio y los precios de la gasolina. Respecto a la tabla de fletes, la petición es que suban las tarifas y que el gobierno regule la base sobre la que se cobra, pues según los transportadores, mientras que eso no sucede, los costos para el gremio siguen subiendo.

Protestan también porque los precios de los combustibles no bajan los suficiente, pero en este caso en medio de la coyuntura de la caída crítica en los precios del petróleo durante el último año. La reacción de las autoridades ha sido, entre otras, llevar a cabo el despacho de productos en caravanas escoltadas por la policía.

El ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, dijo que por cuenta de esas caravanas, el día 23 de paro llegaron 1.009 vehículos a Corabastos con cerca de 10.500 toneladas de alimentos. Eso se traduce en una disminución de 12% en comparación con un martes “normal”. A la caravanas que, se dijo, se fortalecerán, ahora se suma la militarización de carreteras.

La decisión de desplegar Ejército Nacional en las vías afectadas la comunicó el ministro de Presidencia, Néstor Humberto Martínez, quien agregó que la medida se toma “para impedir que se utilice esta movilización con fines políticos que habrá que develar, o para evitar que se impida la libre movilización de los colombianos o que se lleve a cabo con fines innobles un desabastecimiento en los principales centros del país”.

Se informó también que el grupo de 700 personas que se había designado inicialmente para controlar desmanes durante las protestas se ampliará a 800, entre personal de Fiscalía, Policía Nacional y Policía Judicial. Se cuentan 36 capturas por comisiones de delitos en el contexto del paro camionero. La ministra de Transporte, Natalia Abello, dijo por su parte que el Gobierno continúa con actitud de diálogo y que la ruptura de la negociación por cuarta vez es muestra clara de una intención de los transportadores por dilatar los acuerdos.

Por Redacción Economía

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