Plata, lo que se negociará en Avianca

Ya arrancaron las negociaciones entre la aerolínea y sus 800 pilotos no sindicalizados, y el próximo martes se discutirá el tema más sensible: los aviadores piden que les paguen los impuestos que deberán enfrentar por la reforma tributaria.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Camilo vega Barbosa
17 de febrero de 2017 - 03:00 a. m.
Plata, lo que se negociará en Avianca
Foto: Bloomberg - Alejandra Parra
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Este jueves arrancaron las negociaciones entre Avianca y los representantes de los 800 pilotos que no forman parte del sindicato de la aerolínea: la Organización de Aviadores de Avianca (Odeaa). Esta primera reunión sirvió para fijar los parámetros y la logística para los siguientes 20 días de conversaciones, de manera que el único acuerdo que hubo fue el número de fechas a la semana en las que van a negociar. Sin embargo, en la reunión del próximo martes el primer punto que se discutirá será el más sensible, el económico: los aviadores denuncian que la reforma tributaria les quitó la exención que por más de 40 años tuvieron, por eso exigen que la empresa debe pagarles los impuestos.

El Espectador habló con el capitán José María Jaimes García, presidente de la Odeaa, quien explicó que “lo primero que hablaremos será lo económico, y dependiendo de lo que pase seguiremos con lo referente a lo operativo. La tributaria nos golpeó mucho, por eso estamos exigiendo que Avianca nos pague los impuestos. Antes la aerolínea nos pagaba sueldos brutos, pero por la reforma queremos que nos pague salarios netos. Nuestros ingresos se han reducido en 30 % por la pérdida de poder adquisitivo, y otro 30 % por los gravámenes que debemos ahora asumir. Todo esto hace que nuestros ingresos sean un 60 % menores que los demás pilotos de América Latina. En las otras naciones las aerolíneas asumen la carga fiscal de sus aviadores”.

Al preguntarle a Jaimes frente al clima de negociación, el capitán dijo: “Bueno, en principio nos dijeron que nos quieren ayudar. Son conscientes de nuestras críticas en el tema operacional, como las largas jornadas de 12 horas que tenemos. Frente al tema de pagar los impuestos en su totalidad, dijeron que es difícil, pero consideramos que nos los tienen que pagar sí o sí”.

Por último, el presidente de la Odeaa dice que en caso de que no se logren los acuerdos económicos convocarán una asamblea con los pilotos para definir si implementan el cero trabajo suplementario. Sin embargo, indicó que esto no significa que se vayan a ir a paro. “Se trata de un mecanismo de presión con el cual el piloto cumple estrictamente con las labores por las que fue contratado, y no realizará esas tareas que por proactividad hace. Es decir, nos limitaremos al manual, no cambiaremos de rutas ni intercederemos en las labores para agilizar los vuelos”, indicó Jaimes.

¿Este tipo de negociaciones no gustan en Colombia?

Las conversaciones entre Avianca y la Odeaa son posibles porque en el país existe la figura del pacto colectivo, definido como los acuerdos entre empleadores y trabajadores no sindicalizados. Pese a que este recurso puede lograr beneficios para los empleados de una compañía, es altamente criticado dentro del mundo laboral.

Una de las principales críticas que se hace es que son un instrumento para debilitar a los sindicatos de las empresas. De hecho, su eliminación ha sido recomendada por el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, en el marco del plan de acción laboral de los tratados de libre comercio suscritos con estos países.

Para el investigador del observatorio laboral de la Universidad del Rosario Iván Daniel Jaramillo, “la negociación directa entre empresa y trabajadores ha debilitado la libertad sindical en Colombia, al punto que el número de beneficiarios de los pactos colectivos para el año 2015 ascendió a 100.875. Una cifra muy cercana a los 108.000 beneficiarios de la contratación a través de organizaciones sindicales. Es decir, están casi iguales, lo que demuestra el impacto negativo de los pactos colectivos y su necesaria eliminación”.

El vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, afirma que “los pactos colectivos como los de Avianca son un instrumento que utilizan los empleadores para evitar que los trabajadores se afilien a los sindicatos. Es altamente nocivo en empresas en las que ya hay una organización sindical. Es un instrumento patronal que se debe acabar, pues si un empleado ve que les dan más beneficios a los que están por fuera del sindicato, no se afiliará”.

Frente a estas críticas, Jaimes dice que “es un tema de forma, pero no de fondo. Tanto el sindicato de pilotos de Avianca como la Odeaa queremos lo mismo, más beneficios para los pilotos. Sin embargo, nosotros consideramos que se obtienen más resultados conversando que demandando”.

Desde 1995, por regla constitucional, los acuerdos que se logren en un pacto colectivo, que impliquen un beneficio sustancial para los empleados, también se deben extender al sindicato de la empresa. De manera que si la Odeaa logra que les paguen los impuestos, se trata de un auxilio que les llegaría a todos los 1.300 pilotos que tiene la aerolínea en Colombia. No obstante, sólo queda esperar a ver cómo se desarrollan las negociaciones dentro de Avianca.

Por Camilo vega Barbosa

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.