Política de adecuación de tierras ya tiene dolientes

Los sistemas de irrigación más avanzados son computarizados. / Bloomberg

Tras la aprobación de un plan a 20 años por parte del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, presentó la nueva política de adecuación de tierras cuyo objetivo principal es promover un modelo de gestión para reactivar o iniciar nuevos proyectos de riego y drenaje con soporte financiero.

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En concreto, se trata de un conjunto de obras de infraestructura hidráulicas para el riego, el drenaje y la protección contra las inundaciones en áreas dedicadas a la actividad agropecuaria. Estas inversiones además de garantizar la sostenibilidad en los sistemas productivos ayudan a mejorar los rendimientos de los agricultores (el ingreso mensual puede crecer 87,5 % y la productividad 72 %).

Esta nueva política propone la creación de un sistema tarifario que permitirá recuperar las cuantiosas inversiones que se realicen en la adecuación de tierras en las próximas dos décadas.

Estos proyectos, liderados por el Ministerio, contarán con los lineamientos de la Agencia de Desarrollo Rural y la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria. La nueva política de adecuación de tierras está enmarcada en cuatro principios: planeación y visión prospectiva, gobernanza democrática, sostenibilidad, e integralidad y desarrollo territorial.​

Uno de los objetivos que plantea el documento Conpes es ampliar en 500.000 nuevas hectáreas la cobertura de este servicio público, para lo cual se calculó una inversión de $ 15,4 billones en los próximos 20 años.

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Cifras del Departamento Nacional de Planeación (DNP) revelan que de 18,4 millones de hectáreas con vocación agropecuaria que pueden desarrollarse con riego, apenas 1,1 millones de hectáreas están cubiertas por este servicio, lo que representa apenas el 6 %. Este porcentaje resulta más preocupante si se compara con países como México donde la cobertura es del 66 %, Chile con 44 %, Perú con 40 %, Brasil con 18 % y Argentina con 15 %.

El ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga, explicó que esta política permitirá fortalecer el sector, la productividad y la competitividad de las actividades agropecuarias. “Buscamos, por medio de la nueva visión, ejecutar proyectos de segunda generación que consideren la interrelación entre población, territorio, mercado y recursos, y de esa manera incrementar la competitividad del campo”, dijo.

Por su parte, el director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), Felipe Fonseca Fino, aseguró que la política de adecuación de tierras implica acciones e interrelaciones que van más allá de la infraestructura y que conducen a la competitividad rural y el impulso de su desarrollo.

El país no contaba con una política en la materia desde 1991, cuando fue aprobado el documento Conpes 2538: Programa de Adecuación de Tierras 1991-2000. Uno de los propósitos de corto y mediano plazo, precisó, es optimizar la gestión de los actuales Distrito de Riego y promover la construcción de nuevos Distritos, inclusive a través de alianzas público-privadas (APP).

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El director del DNP, Luis Fernando Mejía, indicó que “la visión, lineamientos y compromisos incluidos en este CONPES resultan cruciales para la transformación y modernización del agro colombiano, toda vez que desde hace 27 años no se adoptaban medidas dirigidas a reformar la política de adecuación de tierras y drenaje”.