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Las gobernaciones de los departamentos de Bolívar, Sucre, Córdoba y Antioquia se reunieron este viernes 15 de marzo para tomar medidas frente a las afectaciones que ha tenido la Mojana debido al cierre de compuertas que realizó Hidroituango el pasado 5 de febrero, medida que redujo significativamente el caudal del río Cauca.
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En el encuentro se acordó la contratación de un estudio, elaborado por una universidad u otra entidad científica, que determine el impacto ambiental en la Mojana. Dentro de 15 días se firmará el contrato y de esta manera empezará la investigación.
La Contraloría ya había emitido una alerta sobre las afectaciones socioeconómicas en la Mojana por medio de un informe de una comisión que hizo presencia en la zona a comienzos marzo.
“La situación actual es de tal gravedad que el equipo pudo visualizar tramos del río que se pueden cruzar a pie, el corregimiento de Guacamayo no tiene agua pues su única fuente de abastecimiento es este afluente, a lo que se suma que la sede educativa no tiene servicio sanitario y no se cuenta con recursos para invertir en el mantenimiento de la sede”, indicó en el informe del 3 de marzo el contralor delegado para la Participación Ciudadana, Luis Carlos Pineda Téllez.
Frente a la reunión de este viernes 15 de marzo el Gobernador de Antioquia Luis Pérez publicó un trino en el que asegura que “EPM debe asumir su responsabilidad en los errores constructivos de Hidroituango. La gente no debe sufrir esperando fallos judiciales que demoran más de 4 o 5 años y que pueden generar más costos para la empresa”.
El pasado 1 de marzo se conoció el informe de la firma noruega-chilena, Skava Consulting, contratada por EPM para encontrar las razones que causaron la emergencia en Hidroituango en abril de 2018.
Según Skava, la “causa física” sería la “erosión progresiva” de una zona de debilidad de la roca en el piso del túnel de desviación del río Cauca, puesto en operación en 2017 y el único que en abril del año pasado estaba habilitado para evacuar el caudal.
El informe también indica que esta zona, erosionada por el paso del agua, no fue “tratada” ni “protegida” por una deficiencia en el diseño durante la etapa de asesoría.