¿Por qué devaluó Venezuela?

Era de esperarse. Pero no se sabía cuándo el gobierno venezolano iba a tomar la decisión de anunciar la devaluación del bolívar, que hoy entra a regir. El mercado venezolano lo intuía desde la tarde del viernes pasado. Finalmente el anuncio se dio en la noche, cuando se estableció la creación de dos tasas de cambio fijas: el dólar preferencial pasó de 2,15 bolívares por dólar (fijado en 2005) a 2,6 para sectores denominados vitales, tales como salud, alimentación, ciencia y tecnología, maquinaria, industrial y agrícola, y para las compras del sector público, así como para las remesas de estudiantes y jubilados en el extranjero.

Se creó también un nuevo tipo llamado “dólar petrolero” con una tasa de cambio a 4,3 bolívares por dólar, que representó un incremento de 100% sobre el dólar oficial anterior, el cual se aplicará a sectores como el automotor, comercio, telecomunicaciones, químico, metalurgia, informática, plásticos, electrodomésticos y textil, entre otros.

Según el gobierno, se busca competitividad de las exportaciones (el 91% corresponde al sector petrolero, 5% a la actividad no petrolera privada y 4% a la no petrolera pública) a través de una oferta más barata de productos y servicios, y así recibir más bolívares por las ventas externas, lo cual le permitirá continuar con su gasto interno, impulsado por un precio del petróleo que ya ronda los US$80, importante en un año electoral.

Pero tendrá un efecto directo sobre la inflación, que el año pasado fue de 25,1%. El ministro venezolano de Finanzas, Alí Rodríguez, estimó que con la devaluación la proyección de inflación para este año pasará del rango de entre 20 y 22% a entre 23 y 27%, aunque los analistas privados consideran que puede superar el 35%.

El comportamiento de la inflación dependerá también de la flexibilidad en la adquisición del dólar petrolero para operaciones de comercio. Los aumentos de precios en cada sector serán diferentes porque mientras los alimentos se adquirirán con el dólar preferencial, para artículos como los teléfonos celulares, por ejemplo, se hará con el llamado dólar petrolero.

Sobre el llamado dólar paralelo, el impacto de las medidas dependerá de que se flexibilice la adquisición del dólar petrolero (que no se ve claro), con lo cual el mercado paralelo desaparecería. Pero el escenario más probable es que continúe, con una divisa cada vez más cara, dependiendo de la disponibilidad de dólares, mientras que el dólar petrolero se utiliza a los mismos niveles que los dólares preferenciales en 2009. El dólar paralelo continuará en el corto plazo con un precio similar al dólar petrolero (pero más alto), y en el medio plazo (más de 12 meses) su precio será mucho más alto que el petrolero, regresando a la misma situación que se tenía antes de la devaluación.

¿Por qué en este momento?

La devaluación fue una sorpresa. Se esperaba que ocurriera hace un año, cuando los precios del petróleo estaban bajos: cerca de US$30 por barril, ahora están cerca de US$80, aunque este año hay elección parlamentarias en septiembre. Sin embargo, la economía venezolana se contrajo 2,9%. Chávez espera que un bolívar más débil estimule la producción nacional, cree un sector exportador no petrolero y limite las importaciones.

Los tenedores de bonos venezolanos denominados en dólares posiblemente estarán contentos con la devaluación, pues reduce la percepción de riesgo de incumplimiento de pago. Sin embargo, algunos inversores podrían preguntarse si la inesperada medida es una señal de que las finanzas del país están en peor estado del que se pensaba.

También es claro que de las medidas se pueden derivar aumentos en los precios combinados con la escasez frente a las dificultades para importar en una economía en contracción, lo que podría provocar descontento social. Pero los subsidios y los servicios gratuitos ya establecidos por el gobierno podrían suavizar el golpe, incluso podría haber nuevos anuncios en este sentido. Así lo manifiesta el director de la firma Datanálisis de Venezuela, Luis Vicente León, quien considera que la siguiente medida del gobierno debe ser el ajuste de los precios de aquellos rubros que están controlados.

Era de esperarse. Pero no se sabía cuándo el gobierno venezolano iba a tomar la decisión de anunciar la devaluación del bolívar, que hoy entra a regir. El mercado venezolano lo intuía desde la tarde del viernes pasado. Finalmente el anuncio se dio en la noche, cuando se estableció la creación de dos tasas de cambio fijas: el dólar preferencial pasó de 2,15 bolívares por dólar (fijado en 2005) a 2,6 para sectores denominados vitales, tales como salud, alimentación, ciencia y tecnología, maquinaria, industrial y agrícola, y para las compras del sector público, así como para las remesas de estudiantes y jubilados en el extranjero.

Se creó también un nuevo tipo llamado “dólar petrolero” con una tasa de cambio a 4,3 bolívares por dólar, que representó un incremento de 100% sobre el dólar oficial anterior, el cual se aplicará a sectores como el automotor, comercio, telecomunicaciones, químico, metalurgia, informática, plásticos, electrodomésticos y textil, entre otros.

Según el gobierno, se busca competitividad de las exportaciones (el 91% corresponde al sector petrolero, 5% a la actividad no petrolera privada y 4% a la no petrolera pública) a través de una oferta más barata de productos y servicios, y así recibir más bolívares por las ventas externas, lo cual le permitirá continuar con su gasto interno, impulsado por un precio del petróleo que ya ronda los US$80, importante en un año electoral.

Pero tendrá un efecto directo sobre la inflación, que el año pasado fue de 25,1%. El ministro venezolano de Finanzas, Alí Rodríguez, estimó que con la devaluación la proyección de inflación para este año pasará del rango de entre 20 y 22% a entre 23 y 27%, aunque los analistas privados consideran que puede superar el 35%.

El comportamiento de la inflación dependerá también de la flexibilidad en la adquisición del dólar petrolero para operaciones de comercio. Los aumentos de precios en cada sector serán diferentes porque mientras los alimentos se adquirirán con el dólar preferencial, para artículos como los teléfonos celulares, por ejemplo, se hará con el llamado dólar petrolero.

Sobre el llamado dólar paralelo, el impacto de las medidas dependerá de que se flexibilice la adquisición del dólar petrolero (que no se ve claro), con lo cual el mercado paralelo desaparecería. Pero el escenario más probable es que continúe, con una divisa cada vez más cara, dependiendo de la disponibilidad de dólares, mientras que el dólar petrolero se utiliza a los mismos niveles que los dólares preferenciales en 2009. El dólar paralelo continuará en el corto plazo con un precio similar al dólar petrolero (pero más alto), y en el medio plazo (más de 12 meses) su precio será mucho más alto que el petrolero, regresando a la misma situación que se tenía antes de la devaluación.

¿Por qué en este momento?

La devaluación fue una sorpresa. Se esperaba que ocurriera hace un año, cuando los precios del petróleo estaban bajos: cerca de US$30 por barril, ahora están cerca de US$80, aunque este año hay elección parlamentarias en septiembre. Sin embargo, la economía venezolana se contrajo 2,9%. Chávez espera que un bolívar más débil estimule la producción nacional, cree un sector exportador no petrolero y limite las importaciones.

Los tenedores de bonos venezolanos denominados en dólares posiblemente estarán contentos con la devaluación, pues reduce la percepción de riesgo de incumplimiento de pago. Sin embargo, algunos inversores podrían preguntarse si la inesperada medida es una señal de que las finanzas del país están en peor estado del que se pensaba.

También es claro que de las medidas se pueden derivar aumentos en los precios combinados con la escasez frente a las dificultades para importar en una economía en contracción, lo que podría provocar descontento social. Pero los subsidios y los servicios gratuitos ya establecidos por el gobierno podrían suavizar el golpe, incluso podría haber nuevos anuncios en este sentido. Así lo manifiesta el director de la firma Datanálisis de Venezuela, Luis Vicente León, quien considera que la siguiente medida del gobierno debe ser el ajuste de los precios de aquellos rubros que están controlados.