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El saldo de las reservas internacionales administrada por el Banco de la República sumó US$59.030 millones en 2020, fortalecido por la compra de divisas por US$ 3.500 millones y por el rendimiento de las reservas internacionales, que al cierre de diciembre de 2020, excluyendo el componente cambiario, fue del 3,37 %.
La información fue entregada por el Banco de la República en el informe que cada año debe presentar al Congreso de la República.
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Precisa el informe que durante el año pasado el Banco de la República aumentó las reservas internacionales en US$5.863,3 mediante la acumulación de sus retornos y la compra directa de divisas al Gobierno Nacional.
Frente a la participación del oro, en el conjunto de las reservas internacionales, el Banco explicó la participación del preciado metal se redujo desde niveles bajos al finalizar el año pasado y se ubicó en aproximadamente el 0,4 %.
La incertidumbre por la pandemia y la demora en la vacuna relanzó el precio del oro a niveles sorprendentes, pero una vez se afianzaron los programas de vacunación, la cotización comenzó a fluctuar con preocupación.
El Emisor explica que ha reducido la participación del oro en el componente de las reservas internacionales “debido a la alta volatilidad de este activo y a la baja capacidad que un portafolio de bajo riesgo, como el de las reservas internacionales, tiene para absorber potenciales movimientos negativos en los precios de activos riesgosos”.
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En el informe, el banco indica que durante 2020 la participación del oro se redujo desde los niveles bajos que presentaba en el año anterior, pasando aproximadamente del 1,3 % al 0,4 %.
Este giro se registró porque en un escenario de tasas de interés internacionales bajas, como el actual, el retorno que el portafolio recibe por intereses disminuye y, por ende, se reduce aún más su capacidad de equilibrar los posibles movimientos fuertes y adversos que puede experimentar el valor del oro.
Reitera el Banco que el oro es un activo de alto riesgo porque su precio presenta una alta volatilidad, lo que es especialmente notorio cuando se compara con activos más seguros, como los instrumentos de renta fija, que son los principales componentes de los portafolios de reservas internacionales que manejan la mayoría de los países.
Frente al comportamiento de los bonos del tesoro de los Estados Unidos con vencimientos menores a tres años, frente a la cotización del preciado metal, destaca que la volatilidad del oro es muy superior, con niveles que llegan a ser treinta veces más altos que los de los bonos.
La cantidad de oro en las reservas se define periódicamente como parte de un proceso que busca mantener un portafolio seguro, diversificado y con una baja probabilidad de presentar pérdidas, precisa el informe presentado al Congreso de la República.
Debido a la alta volatilidad del oro, las reservas han mantenido una participación baja de este activo durante los últimos años, lo cual se considera común dentro de las prácticas de administración de reservas.
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Como resultado de la alta volatilidad del precio del oro, su participación en las reservas internacionales durante los últimos 10 años se ha mantenido por debajo del 2 %.
De otra parte, el Banco de la República advierte que en este año se va a presentar una reducción considerable en la rentabilidad de las reservas internacionales.
