¿Por qué se hundió el proyecto de ley que promovía aplicaciones como Uber?
Para los representantes a la Cámara, se ponía en juego la libertad económica, se hubiera dado pie a competencia en condiciones desiguales y a más informalidad laboral.
María Alejandra Medina C. / @alejandra_mdn
Como se vio venir desde la audiencia pública que se llevó a cabo en la Cámara de Representantes el pasado 4 de abril, se hundió el proyecto de ley que creaba un servicio privado de pasajeros intermediado por plataformas tecnológicas, el cual hubiera dado cabida a Uber y otras aplicaciones en el país. La votación en la Comisión Sexta de la Cámara quedó 14 votos a favor versus 0 en contra, con respecto a la ponencia que planteó archivar la propuesta legislativa. (Lea Tambalea proyecto de ley Uber).
El proyecto llegó al Congreso de la República por iniciativa ciudadana, luego de que un comité promotor recogiera más de tres millones de firmas. Pese a que los parlamentarios no negaron los problemas estructurales que tiene el servicio de transporte de pasajeros en el país, argumentaron que el proyecto estuvo mal planteado y que no se podía modificar de fondo por ser de iniciativa ciudadana.
La propuesta legislativa, cuyo comité promotor estuvo representado en la discusión por Gonzalo Araújo, gerente de Asuntos Públicos de Uber Colombia, recibió un concepto favorable de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). El proyecto proponía que la vigilancia de la prestación del servicio estuviera a cargo de la Superintendencia de Puertos y Transporte, que, sin embargo, desde el principio se opuso a la iniciativa.
Los representantes ponentes, por su parte, afirmaron, entre otras cosas, que el servicio privado en Colombia ya existe y que condicionar su prestación al uso de plataformas tecnológicas obstruiría o restringiría la libertad económica de la que trata la Constitución Política en su artículo 333. En la audiencia señalaron también que el hecho de que una empresa como Uber no contrate a sus conductores fomentaría la informalidad laboral.
La coordinadora ponente Martha Patricia Villalba felicitó la iniciativa ciudadana, pero lamentó que no se hubiera “formulado en la debida manera”. Para ella, quedaron en el aire las preocupaciones respecto a la formalidad laboral y la falta de claridad en la tributación de Uber en el país. “Es un tema complejo. La tarea hay que hacerla, pero bien hecha”, afirmó la representante del Partido de la U, del departamento del Atlántico.
“Es muy desafortunado que la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes decidiera ignorar la voz de más de tres millones de colombianos que ejercieron su derecho democrático de proponer nuevas leyes que les aseguren alternativas innovadoras e incluyentes para atender su necesidad diaria de transportarse, y que a la vez son una oportunidad para frenar la congestión, la polución y la escasez de espacio público en las ciudades colombianas", expresó Araújo, luego de la audiencia en la que se anticipó el archivo del proyecto.
Como se vio venir desde la audiencia pública que se llevó a cabo en la Cámara de Representantes el pasado 4 de abril, se hundió el proyecto de ley que creaba un servicio privado de pasajeros intermediado por plataformas tecnológicas, el cual hubiera dado cabida a Uber y otras aplicaciones en el país. La votación en la Comisión Sexta de la Cámara quedó 14 votos a favor versus 0 en contra, con respecto a la ponencia que planteó archivar la propuesta legislativa. (Lea Tambalea proyecto de ley Uber).
El proyecto llegó al Congreso de la República por iniciativa ciudadana, luego de que un comité promotor recogiera más de tres millones de firmas. Pese a que los parlamentarios no negaron los problemas estructurales que tiene el servicio de transporte de pasajeros en el país, argumentaron que el proyecto estuvo mal planteado y que no se podía modificar de fondo por ser de iniciativa ciudadana.
La propuesta legislativa, cuyo comité promotor estuvo representado en la discusión por Gonzalo Araújo, gerente de Asuntos Públicos de Uber Colombia, recibió un concepto favorable de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). El proyecto proponía que la vigilancia de la prestación del servicio estuviera a cargo de la Superintendencia de Puertos y Transporte, que, sin embargo, desde el principio se opuso a la iniciativa.
Los representantes ponentes, por su parte, afirmaron, entre otras cosas, que el servicio privado en Colombia ya existe y que condicionar su prestación al uso de plataformas tecnológicas obstruiría o restringiría la libertad económica de la que trata la Constitución Política en su artículo 333. En la audiencia señalaron también que el hecho de que una empresa como Uber no contrate a sus conductores fomentaría la informalidad laboral.
La coordinadora ponente Martha Patricia Villalba felicitó la iniciativa ciudadana, pero lamentó que no se hubiera “formulado en la debida manera”. Para ella, quedaron en el aire las preocupaciones respecto a la formalidad laboral y la falta de claridad en la tributación de Uber en el país. “Es un tema complejo. La tarea hay que hacerla, pero bien hecha”, afirmó la representante del Partido de la U, del departamento del Atlántico.
“Es muy desafortunado que la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes decidiera ignorar la voz de más de tres millones de colombianos que ejercieron su derecho democrático de proponer nuevas leyes que les aseguren alternativas innovadoras e incluyentes para atender su necesidad diaria de transportarse, y que a la vez son una oportunidad para frenar la congestión, la polución y la escasez de espacio público en las ciudades colombianas", expresó Araújo, luego de la audiencia en la que se anticipó el archivo del proyecto.