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El consorcio Pacsa (Promotora de Actividades Audiovisuales de Colombia), integrado entre otros por el grupo español Prisa, el Grupo Nacional de Medios, la programadora CM& y el Grupo Latino de Publicidad, se retiró anoche de la puja por el tercer canal privado de televisión.
Los términos de esa renuncia provocaron minutos después una vehemente respuesta de la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), en la que ese organismo respondió uno a uno los cuestionamientos hechos por Pacsa.
Para el consorcio, “no sería serio de nuestra parte seguir participando en un proceso en el cual no creemos y que está cuestionado de principio a fin por las máximas autoridades de control. No podemos validar con la presentación de una propuesta una licitación en la que hemos sido testigos de excepción sobre la forma en que se han vulnerado los derechos de los aspirantes”.
Afirmación que fue replicada por la CNTV, señalando que “el proceso de licitación se ha desarrollado en forma clara, transparente y con total respeto a las disposiciones aplicables en materia de televisión y de contratación administrativa”.
El consorcio también hace un serio cuestionamiento a los funcionarios que han estado al frente del proceso: “Con su posición intransigente y su afán de entregar un canal en medio del debate electoral y antes de marcharse de su cargo, la señora Ministra de Comunicaciones y la Comisión Nacional de Televisión han herido de muerte la confianza inversionista en el país”.
A este punto, la CNTV respondió: “La licitación es ajena por completo al debate electoral y su desarrollo y futura adjudicación no tendrán efecto o impacto”.
Pacsa argumenta que a tan sólo dos días hábiles de que se venza el plazo para que los interesados presenten sus propuestas, hay muchas preguntas sin resolver, y observaciones de organismos de control como la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República, que no han sido escuchadas.
Para la CNTV “el tiempo que ha tomado (la licitación) se origina en el deseo de la Comisión de escuchar y dar cabida, dentro del marco de la ley, a las observaciones constructivas de los órganos de control...”.
Los cuestionamientos de Pacsa van desde la valoración de los riesgos, el mecanismo de adjudicación y la fijación del precio base de la concesión ($69 mil millones) hasta la exigencia de renuncia a los actuales concesionarios (se ha reiterado que Planeta debería renunciar a CityTv para seguir participando en el proceso).
Critican también que no haya habido claridad en la frecuencia en la que operaría el nuevo canal. Inicialmente se decía que estaría en el numeral 31, en la frecuencia UHF —que es a partir del canal 14 y a la cual tienen acceso un menor número de televisores—, lo que lo pondría en desventaja frente a Caracol y RCN, que operan en frecuencia VHF —la ocupan los llamados “canales bajos”, que van del 2 al 13— . Después, la ministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, María del Rosario Guerra, dijo que el canal 13 podía ceder su espacio. Todavía no hay una decisión tomada al respecto.
Frente a la crítica sobre la frecuencia, la CNTV argumentó que “ha sido precisa y reiterativa en sostener que la operación del tercer canal ha de ser en frecuencias UHF, y así lo informó desde un comienzo a todos los interesados”.
La última petición que había hecho el grupo Pacsa se conoció el domingo pasado, cuando solicitó que se aplazara durante dos meses la entrega de las propuestas, prevista para el próximo 22 de diciembre. A esa solicitud se sumó después el Grupo Cisneros. La ministra Guerra les salió al paso a las peticiones, asegurando que tanto Prisa como Cisneros estaban “invocando viejos argumentos para frenar el proceso de adjudicación”. Y declaró, además, que no se le podía dar más largas a esta licitación: “O se saca adelante o no. Pero no se puede mantener a la opinión con este tema por siempre”.
En la misiva Pacsa sostiene que “desde hace más de un año hemos venido advirtiendo sobre las fallas e inconsistencias (...) señalamos, en unión de los otros dos proponentes, que los errores cometidos en una negociación marcada por la desesperación traerían nefastas consecuencias para la licitación del nuevo canal. Hoy, infortunadamente, los hechos demuestran que teníamos la razón”.
Y al finalizar afirman, contundentes, que en los próximos días evaluarán los recursos y mecanismos legales a los que sea necesario recurrir para “evitar que los señores comisionados de televisión sigan adelante en su empeño por mantener una adjudicación llena de vicios e irregularidades”.
Con Prisa fuera del camino, el grupo venezolano Cisneros y el español Planeta quedan como únicos proponentes para el tercer canal privado.
Desde anoche se abrieron las apuestas: unos aseguran que Prisa retornará a la puja, otros, que su decisión no tendrá reversa.