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El billete verde se ha mantenido en caída desde el lunes. Hoy la divisa cerró en $3.890, consolidando así su punto más bajo en el año, pues desde inicios de junio de 2024 no registraba niveles similares.
Las razones que explican este fenómeno son muchas, pero la principal es el comportamiento que está teniendo la economía de Estados Unidos, ya que el deterioro de la moneda no solo se está experimentando en Colombia, sino en todo el mundo.
Parte importante de esto se debe a la estrategia macroeconómica que ha implementado Donald Trump, donde sus restrictivos aranceles han sido materia de preocupación tanto para los mercados internacionales como para sus propios consumidores.
Hay quienes piensan que el mayor mandatario de Estados Unidos quiere devaluar adrede la moneda, pues eso haría que la producción estadounidense sea más atractiva (sus productos serían más baratos para el mundo) y, por ende, más demandada.
Ganadores y perdedores
Según lo explicado a este medio por Diego Franco, jefe de Inversiones de Franco Capital Asset Management, en medio de la devaluación del dólar son muchas las personas que ganan.
En primer lugar, ganan los que están pagando o prepagando deudas en esa divisa. Aquí entra, por ejemplo, el Estado Colombiano, quien resulta favorecido por el cambio de pesos a dólares, así como por el menor pago de capital e intereses.
También se benefician los importadores, quienes por este fenómeno experimentan una caída en el costo de las mercancías; además de las personas naturales que pagan por ropa importada, electrodomésticos y teléfonos celulares.
Los que viajan al exterior también pueden experimentar cómo el dinero les rinde más, cuando las compras se hacen en dólares, al igual que los que cambian esa divisa al menudeo.
Casi que por regla de tres, los que pierden son los exportadores, pues al cambio de divisas reciben menos por la comercialización de sus productos.
También pierden los que trabajan para multinacionales desde Colombia y reciben su salario en dólares; al igual que quienes reciben remesas, pues al hacer la conversión se dan cuenta que sus ingresos son inferiores al de meses atrás.
No obstante, al sopesar ambos grupos, es claro que son más los ganadores que los perdedores, pues la balanza comercial de Colombia está más inclinada hacia las importaciones que hacia las exportaciones.
Es probable que esta disminución en los costos de las materias primas se trasladen al mercado, haciendo que los colombianos paguen menos en las tiendas por esos productos que vienen del extranjero, o por los que se usaron insumos importados para su elaboración (se desaceleraría la inflación).
Franc considera que el dólar podría mantenerse en los próximos días por debajo de los $3.900, tal vez en un piso de $3.880. Si logra romper ese umbral a la baja, detalla, es posible que la divisa continúe cayendo y llegue a registrar $3.780.
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