Aprobado el Presupuesto General de la Nación (PGN), por $148,3 billones para el año entrante, llamado “Sostenibilidad de la inversión en medio de la crisis”, quedan en evidencia los desequilibrios en la distribución de recursos para varios sectores.
Por primera vez el presupuesto para defensa y seguridad superó al de educación. El primero será del 14,2% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras el segundo fue establecido en 13,9% del PIB. En la última década la inversión en defensa creció, en promedio, al 3,2% anual en términos reales, mientras que la inversión del Estado en educación se acerca al 4,7% del PIB.
Para el senador liberal de Antioquia Jorge Guevara, aunque hubo un paño de agua tibia con la adición de $160 mil millones en el presupuesto para las universidades públicas, que se aprobó la noche del martes en el Congreso, “el país está dedicado a hacer la guerra y no a garantizar los recursos para uno de los derechos fundamentales como la educación”. Agregó que de los recursos adicionales aprobados, $20 mil millones se canalizarán a través del Icetex, que también ofrece créditos para estudiantes de las universidades privadas. Mientras la inversión para la educación superior en Colombia es del 0,4% del PIB, el promedio en América Latina es de 1,2%.
La adición presupuestal recibió una fuerte crítica de parte del rector de la Universidad Nacional, Moisés Wasserman, quien tildó de cínico el supuesto incremento (ver sección Bogotá). Incluso, la ministra de Educación, Cecilia María Vélez, manifestó que se requieren cambios en las normas que asignan recursos para financiar la educación, cuando el número de bachilleres pasó de 400 mil a 700 mil en los últimos cinco años.
Otro sector que fue objeto de más recursos en la redistribución del presupuesto 2010 fue el de la salud, con el redireccionamiento de $50 mil millones al Ministerio de Protección Social, para fortalecer el Seguro Obligatorio de Salud. En el PGN el sector de protección social quedó con el 19,9% del PIB, cerca de $23 billones. Pero los recursos son insuficientes, teniendo en cuenta que, por ejemplo, el Fondo de Solidaridad y Garantías, (Fosyga) les debe alrededor de $500 mil millones a las Empresas Promotoras de Salud (EPS) por coberturas no incluidas en el Plan Obligatorio de Salud (POS).
En relación con los recursos para este sector, el ex ministro de Salud Eduardo Díaz Uribe manifestó que se entiende la estrechez presupuestal, “cuando el zapato aprieta, aprieta en todas partes”, pero no se ve claro que se destinen recursos del presupuesto para subsidios no reembolsables a los productores del campo. Y se preguntó: “¿Qué sucedería en este país si se movilizan los directores de los hospitales públicos y la comunidad para pedir más plata para la salud, o la gente de la cultura, por citar dos ejemplos, como lo han hecho los estudiantes universitarios?”.
Sobre las fuentes de financiación del presupuesto de 2010, el Congreso aprobó que $70,8 billones correspondieran a ingresos corrientes de la Nación, $55,7 billones provenientes de recursos de capital y $11,7 billones de recursos propios de las entidades públicas. En cuanto a la distribución de los gastos, $83 mil millones serán para funcionamiento, para el servicio y pago de la deuda se adjudicaron $40 mil millones. Para inversión quedaron $25,3 billones.