Rionegro tendrá el primer tren ligero del país

Render de la terminal central del tren ligero, en el sector de Belén, Rionegro / Cortesía - Somos

Cuando el alcalde de Rionegro, Andrés Rendón, anunció que en el municipio no se implementaría un sistema de buses articulados, sino que se construiría un tren ligero, muchos calificaron su iniciativa como exorbitante y exagerada. Sin embargo, la administración trabajó intensamente para demostrar que es la mejor opción para una ciudad que atraviesa una expansión acelerada.

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De cumplirse el cronograma sin contratiempos, el sistema estaría listo para usarse en el 2023. Para ello es necesario que el contrato de construcción se adjudique en el primer semestre del 2019. La licitación, que se extenderá por 26 años, incluye el mantenimiento y la operación del tren.

El tren ligero de Rionegro tendrá una extensión de 17,5 kilómetros, desde la autopista Medellín-Bogotá hasta el aeropuerto José María Córdoba. Contará con 14 estaciones, de las cuales una será un terminal central y otras tres serán puntos de transferencia que recibirán otros tipos de transporte público. La infraestructura será elevada y los trenes funcionarán con electricidad, a una velocidad promedio de 38 kilómetros por hora, tendrán una capacidad de 150 personas y no serán tripulados.

Uno de los hechos que motivaron la decisión fue un estudio de oferta y demanda del servicio de transporte público del 2010, que concluye que 25 % de las personas se movilizan en transporte público y 27 % caminando.

También se hicieron análisis de costos en los que se encontró que hay muchas tecnologías con un precio más bajo que el de buses articulados y que son expandibles en el tiempo, aunque la más indicada es la del tren ligero o APM. “Los trenes elevados cuestan menos de US$20 millones por kilómetro (frente a los casi US$97 millones de los articulados), pueden transportar por hora sentido hasta 27.000 pasajeros y se pueden ampliar, es decir, tienen capacidad importante de acomodarse al crecimiento de un territorio urbano como este”, destacó Rendón.

La estructuración técnica, legal y financiera de la obra se hizo con el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade). El tren se construirá a través de una APP de orden territorial y tendrá un costo superior a los $7 billones, de los cuales el municipio debe poner más del 60 %, es decir, cerca de 5 $billones.

Los anteriores argumentos fueron determinantes para que el Concejo de Rionegro aprobara, mediante un acuerdo la financiación con vigencias futuras. Además de la insistencia de la administración frente a su necesidad: “lo primero que dice la gente con una obra de esa magnitud es que no se necesita, pero tiene que hacerse, porque después será más costoso sacarlo adelante”, dijo Rendón.

¿Y de dónde saldrá el dinero, considerando que el presupuesto de Rionegro es menor a $500.000 millones? Gran parte del suelo de Rionegro está clasificado como rural o agropecuario, cuando en realidad es de expansión. La administración declaró la zona como urbanizable el año pasado, lo que permite que a los propietarios se les cobre la tarifa máxima del predial (33x1.000) y que se incremente el valor catastral de sus predios. Con esta modificación, el recaudo de este impuesto para los próximos 30 años pasará de $5 billones a $11 billones.

Dado que el proyecto se encuentra en la segunda de las tres fases que debe atravesar (prefactibilidad), la firma que se quede con la concesión tendrá 18 meses para las labores de preconstrucción, elaboración de diseños detallados y cierre financiero (obtención de recursos, a través de deuda). La construcción como tal tomará otros 18 meses, aunque se cree que podría lograrse en 12. Además de la subestructura y la superestructura se harán estaciones y talleres de mantenimiento, antes de abordar el tren como tal. En total, el proceso durará 48 meses.

El alcalde explicó que quien se gane la licitación debe construir con capital propio o con financiamiento externo, pues tienen proyectado hacer el primer desembolso de vigencias futuras cuando el tren esté funcionando, dentro de cuatro años.

Rionegro tiene una extensión de 196 kilómetros cuadrados, pero el casco urbano solo ocupa 8 kilómetros del total. En el territorio, donde viven unos 130.000 habitantes, cabe cerca de tres veces el conglomerado urbano que se forma desde Bello hasta Envigado, en el Valle de Aburrá (Antioquia).

Según el alcalde, después de Soacha, es el municipio de mayor crecimiento inmobiliario del país. “En todas las revisiones del ordenamiento territorial se ha creado un suelo de expansión urbano tan grande como el actual: 7,5 kilómetros”.

De hecho, se estima que la masa urbana puede llegar en el mediano plazo a tres millones de habitantes y que la integración regional en la que trabaja duplicará el número de vehículos y personas en tránsito.

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“Estamos seguros de que este sistema le va a servir a la ciudad en los próximos 100 años. Estas obras hay que pensarlas con suficiente antelación o, cuando realmente la necesitemos, no vamos a tener cómo hacerla. Fíjese que Bogotá, que es una ciudad importante, no tiene metro aún; hace 30 años el sistema costaba 200.000 millones de pesos, hoy las cifras son otras”, concluyó Rendón.